Filmoteca de Murcia. Gafapastimo de plastilina

Publicado por Conde Chócula (Aresti)

En estos tiempos en los que la azota crisis, la dislexia y las malas proyecciones abundan. Ejemplo claro es el de la excelentísima Filmoteca de Murcia ( Francisco Rabal ), un lugar que cualquiera que tenga acceso a unas gafas de pasta o a un gin-tonic con tónica, puede visitar con el agravante de ser más hipster conforme sale de ella. Pero toda esta ceremonia de “mainstream” tendría un sentido si el producto es bueno. El hecho de regentar una sala de variedades te obliga a sacar a la palestra prostitutas suficientemente preparadas para que tan rápido estén contando un chiste como relatando una historia de títeres como deslizándose por una barra americana puestas de plumas.

Una filmoteca debe programar films de un gusto exquisito con una calidad, sino al nivel de grandes cines, ligeramente por debajo, dado que su nicho de mercado está en frikazos cinéfilos que van a ver películas con lupa y escobilla de arqueólogo, no por ver productos comerciales de modo puramente ocioso. El espectador que decide pagar por ver una reposición en una filmoteca, lo hace porque espera conseguir un producto mejor que el de una pantalla en casa de 15 pulgadas y unos perrugueros altavoces de portátil.

Pues bien, la filmoteca de Murcia estafa. Es como el amigo que te cita a las 8.00 y a las 8.30 te recibe aún desnudo en su casa. Cerrado ya el trato de los 2,5€ de la entrada [muy importante recordar que son 400 pesetas, (un cine normal cuesta sobre las 1.000 pesestas)] la filmoteca se reserva el derecho no escrito a putearte y luego a echarle la culpa a otro.

Por ejemplo: la filmoteca, yo me supongo, que debe de llevar la discriminación positiva hacia los sordos por bandera, ya que viendo “Easy rider” el volumen era tan bajo que los espectadores nos arrepentimos de no haber comprado uno de esos macabros audífonos de la teletienda que te permiten oír como se le cae la piel a tu decrépito vecino.

Pero su labor social llega más lejos; tampoco pudimos ver la totalidad de la imagen de ”Pulp fiction” porque el operador de cámara, o bien era ciego o le obligaron a hacérselo ese día en un acto de campaña para demostrar los principios de la empresa.

Y la gota que colmó el vaso fue al disléxico y amnésico muchacho al que confiaron la subtitulación de la película “Macbeth”, ya que los subtítulos iban desacompasados y había frases que directamente se omitían.

Pero todos estos contratiempos se tendrían menos en cuenta si el valor de la entrada no fuera tan abusivo. Estamos hablando de que hay cines en Valencia capital que reponen películas en VOSE por tan solo 1€. Cines en Sant Vicent del Raspeig en los que películas de estreno cuestan 2€, y a la entrada hay un señor que te hace bocatas de tortilla por el mismo precio! Cines en pueblos de Murcia, donde películas que han sido estrenadas hace unos meses las proyectan por 1,25€. Son algunos y muy singulares ejemplos, pero ¿de verdad es legítimo cobrar la friolera de 2,5€ por películas desacompasadas, con la imagen recortada y un sonido pésimo? Eso sin contar los días que vas y no han abierto por sus santas narices (es mi gato y me lo follo cuando quiero). Como todo en este país la filmoteca es pasto de la subvención de la comunidad autónoma, donde suponemos que los directivos y demás trabajadores irán a tomarse los tres desayunos correspondientes, la catalana del almuerzo y las olivas del aperitivo. Por esto mismo jode más ser robado en la previa al film y vejado durante él. La empresa que la gestiona es una empresa llamada "Murcia cultural", dependiente de la conserjería como única accionista. Se supone que el uso de la filmoteca es para promocionar el cine murciano, del cual mas de un millar de películas cuentan en su haber, habiendo sido cedidas todas ellas. ¿Se presupone una gratuitidad o un bajísimo precio verdad? Pues no.

Hace unos días, hartos de repetir que pondríamos una reclamación, y viendo que la gente se iba a mitad de la película "Macbeth", tras hora y media de intuir diálogos nos dirigimos al encargado del lugar aquella noche e inquirimos nuestra intención de reclamar. Primero intentaron darnos una hoja de sugerencias; luego de denegar dicha propuesta y apremiar a que nos dieran la famosa y temida hoja, nos dijo este señor en su defensa, y posteriormente puso en las 6 reclamaciones que esa noche se escribieron, que la culpa no es suya, es de la distribuidora que les manda el contenido así. Y digo yo... si el intermediario compra tomates podridos, luego los vende en el mercado y el usuario aqueja morder gusanos, ¿quién tiene la culpa? Es la filmoteca quien tiene que asegurarse de dar un buen servicio. Es como echarle la culpa a la madre que parió al dislexico que hizo los subtitulos, porque fue ella quien lo trajo a este mundo. Obviamente esto no ocurre si vendes tabaco y te han dado una cajetilla que produce más cáncer del habitual. No puedes fumártela para comprobarlo. Pero no clickar en un archivo digital (porque no era ni en película) para comprobar si tiene algún fallo... tiene delito.

Así que, hasta que no aparquen su labor social con discapacitados extorsionadores, filmoteca no gracias.