Nos ha tocado vivir una época donde resulta fácil medir cual sólida es nuestra joven democracia; y va resultando que no lo es mucho. El descontento social evidencia la fragilidad de algunos derechos técnicamente inherentes a nuestro modelo político, y con el paso de los días vamos comprobado como el sistema no garantiza todo lo que tiene que garantizar y cruza límites que no debería cruzar. Algunas líneas que se traspasan son muy generales y cuesta movilizarse por ellas, ya que hasta que terminen de cruzarse todavía queda tiempo: la sanidad, el derecho a la vivienda, la educación; todos estos principios están siendo puestos en duda, pero es difícil delimitar que medidas deberían ser paradas de inmediato, cuales modificadas y cuales aceptadas como un mal menor.
Por el contrario, hay derechos que constituyen una línea muy fina y clara. Éstos son muy fáciles de saltar, de ignorar, de vapulear; quizás sólo porque no suenan tan importantes como los anteriores y no parece que sea tan urgentes defenderlos (cuando es lo contrario, ya que no hay sustento para su ruptura, no hay motivo alguno que se pueda alegar para que nos priven de ellos). Son derechos claros y concisos: tenemos derecho a presentar una hoja de reclamaciones por el motivo que sea ante un comercio, tenemos derecho a que las fuerzas policiales se identifiquen cuando se lo solicitemos, y tenemos derecho a grabar los plenos cuando se nos antoje.
Graba tu pleno, organización creada para destapar este problema, está evidenciando una agresión gratuita hacia nuestras libertades: los Ayuntamientos no dejan filmar sus plenos. Esto puede parecer algo nimio, pero ni de lejos, es un acto de censura caciquista y arbitrario. No hay ninguna base legal que permita esa forma de actuar, nada a lo que se puedan agarrar, sencillamente no tienen derecho a hacerlo. Ningún jurista va a defender esta medida porque es sencillamente indefendible. Los gobiernos locales andan jugando a hacerse los sordos con la idea de que, o nadie va a protestar, o que en cualquier caso las consecuencias de dicha protesta serán mínimas.
Ya se nos obsequia con una cantidad significativa de muestras de este fenómeno.
La defensa jurídica del derecho a poder grabar cuantas veces se quiera los plenos de una localidad es bastante sólida. Sólo hay que irse a la Constitución.
Artículo 20 de la Contitución:
1. Se reconocen y se protegen los siguientes derechos: [..] A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión.
2. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.
Entendido ese precepto sólo se podría defender este tipo de censura desde posiciones ignorantes o maliciosas (a saber tu cual será peor que tengan los gobernantes). Además, la plataforma de "graba tu pleno", en un excelente apartado legal que tienen, ha ido recogiendo las pronunciaciones positivas que han ido surgiendo con afán de dejar las cosas lo más claras posibles. Os dejo las que más esclarecedoras me han parecido:
Tribunal superior de justicia de la Comunidad Valenciana:
La negativa del Alcalde carece de toda razonabilidad y está absolutamente inmotivada porque no se ha producido ninguna alteración del orden público que merezca ser restaurado para el desarrollo de la sesión. La publicidad de las sesiones del pleno implica en esencia que, cualquier ciudadano, pueda conocer pormenorizadamente todo cuanto en un pleno municipal acontece. La transmisión de información en nuestra sociedad no está restringida ni mucho menos sólo, a quienes sean periodistas, de manera que, cualquier ciudadano puede informar, trasladar datos, por cualquiera de los medios técnicos que permiten su tratamiento y archivo, y por supuesto, cualquiera puede mostrar su opinión respecto de los datos que trasmite. Los poderes públicos en democracia se caracterizan por su coherencia y su transparencia; lo primero implica racionalidad; y lo segundo, que sus decisiones no sólo pueden, sino que deben ser conocidas por todos los ciudadanos.
Resolución del defensor del pueblo andaluz para Cadiar - Granada:
RESOLUCIÓN RECORDATORIO del deber legal de respetar el ejercicio de los derechos fundamentales previstos en el artículo 20 de la Constitución, en relación con lo establecido en el artículo 10 de la LNRL, en cuanto a comunicar libremente información veraz por cualquier medio de difusión en lo que respecto a los Plenos Municipales. RECOMENDACIÓN 1: para que se abstenga de impediar a D... [la persona que intentó grabar el pleno y motivó la declaración del defensor del pueblo] la grabación de los Plenos y la difusión de dicho material, siempre con respecto a la normativa en materia de protección de datos de carácter personal y restante normativa que resulte de aplicación. Ello, con la consecuencia de que, a nuestro juicio, debe considerarse que el reclamante está autorizado no sólo para captar grabaciones sonoras de la celebración de los Plenos, y a difundirlas, sino también a captar imágenes de dichos Plenos, en cualquiera de los formatos existentes (fotografía, vídeo...) y a difundirlas. RECOMENDACIÓN 2: para que, en adelante, se advierta a todos los participantes en el Pleno Municipal que las sesiones pueden ser grabadas en forma no sólo sonoro sino audiovisual, para su posterior difusión en medios de comunicación.
La discusión jurídica al respecto debería quedar zanjada.
La página web tiene una sección con un manual para grabar el pleno y una selección de leyes sobre asistencia y grabación de plenos. Por lo general, no soy muy amigo de recomendar ninguna actuación política a los demás, pero en este caso haré una excepción y os recomiendo encarecidamente que si vivís en algún pueblo intentéis revindicar vuestro derecho a la libertad de creación de información. Quizás tengáis que pasar por un tribunal, y seguro por los malos modos de la administración, pero la victoria está de vuestra parte y además asegurada, así que lo único que podéis perder al final es tiempo.
En resumen: nos están queriendo impedir un derecho que es nuestro y por el que no tenemos porque dar explicaciones. Podemos hacerlo y punto. Así que no estaría demás recordar a quien haya que recordar que hay libertades, que hay lineas, que son infranqueables, pues las mismas no parten de una dádiva que la administración pueda racionalizar a su antojo, sino de las bases democráticas en las que se construye el sistema. Y a quien le joda que se marche a China.
Monsieur le Tupé.
gracias por hablar de nosotros, nos parece uno de los mejores artículos que se han escrito sobre nosotros, os animamos a uniros e intentar grabar un pleno, un abrazo
ResponderEliminarGracias a vosotros, pero con total sinceridad, por destapar otro de los agujeros que tiene nuestra democracia. Solucionando estos problemas es como avanzamos hacia un sistema justo y serio. A ver que sale.
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