Como buen aficionado, tanto a la lectura como a la magia ciencia, disfruto leyendo novelas de ciencia ficción. En esta breve entrada hablaré sobre este género y una posible clasificación de los elementos científicos que aparecen en el mismo. Deliberadamente no explico ni las obras ni los géneros, os animo a que si os pica la curiosidad, los busqueís vosotros mismos y quién sabe, a lo mejor hasta leeis alguno de los libros que aquí menciono.
Comencemos, como siempre, introduciendo algunos conceptos. La ciencia ficción es un género de ficción (valga la redundancia) que se desarrolla en un mundo plagado de elementos imaginarios, plausibles en cierto modo gracias a la presencia avances científicos, no necesariamente acordes con el paradigma actual. Este planteamiento es el que marca la diferencia fundamental entre la fantasía y la ciencia ficción: en las obras fantásticas no se atribuye una causa racional a los fenómenos imaginarios que suceden, sino que se asume algún tipo de explicación mágica.
La historia de la ciencia ficción comienza mucho antes de lo que en un principio se podría creer (existen historias anteriores al siglo 18 que exploraban de manera especulativa el avance científico), pero si tuviera que marcarse el inicio de la ciencia ficción como la conocemos hoy en día, serían dos las obras las escogidas: "La guerra de los mundos" de H.G Wells y "De la Tierra a la Luna" de Julio Verne. No es de extrañar que por aquella época, con la aparición del telégrafo y la electricidad que los escritores vieran la oportunidad de especular con los adelantos científicos como parte de su obra.
Si saltamos a mediados del siglo pasado, con el surgimiento de las revistas de ciencia ficción aparecen, los que en mi opinión son los más grandes: Isaac Asimov, Arthur C. Clarke y Frank Herbert. Tendríamos que esperar a los años 80, para la siguiente gran revolución, el género cyberpunk con William Gibson y su Neuromante.
Intentar establecer una taxonomía de cualquier género es complicado. A grandes rasgos podría analizarse en función a varios atributos, sin embargo aquí nos centraremos en clasificar los fenómenos que aparecen, en función de su grado de verosimilitud científica. Por supuesto puede darse el caso (de hecho es lo más común) de que todos los elementos de una obra no pertenezcan a la misma categoría, las cuales podemos ver a continuación:
- Ciencia verdadera. Las leyes se aplican a rajatabla, ejemplos podrían ser tratamiento relativista del tiempo en Tau Zero, los efectos de la gravedad en la escuela de batalla en El juego de Ender o el ascensor espacial en Las fuentes del paraíso.
- Casi ciencia verdadera. En este caso se aprovechan teorías válidas pero poco probables. Un buen ejemplo es la intromisión de especies alienígenas en la evolución del ser humano, como sucede en 2001: Una odisea en el Espacio.
- Ciencia especulativa. Aquí se introducen fragmentos teorías científicas nuevas a para completar los huecos que la ciencia actual no es capaz de rellenar. En principio estos nuevos elementos se encuentran bien argumentados y son coherentes, pero se carece de pruebas que validen las teorías subyacentes. Por ejemplo, en la trilogía de Robots de Asimov se asume que la mente de los robots se encuentra ubicada en sus circuitos positrónicos. Otro ejemplo de relleno científico serían los motores que permiten el pliegue del espacio en los viajes interestelares en la saga de Dune.
- Ciencia mágica. Se dice que un elemento es "ciencia mágica" cuando aparece algo relativamente avanzado respecto del contexto que se ubica y no se da explicación alguna de su funcionamiento. En este caso no se viola ley alguna, sino que simplemente se desconoce su funcionamiento.
- Mejor que la ciencia. Igual que el caso anterior, sólo que esta vez si se violan las leyes naturales. Ejemplos de estos hay a montones, como el viaje del tiempo en Star Trek (al igual que sucede en La Guerra de las Galaxias) o el el ansible en el juego de Ender.
Curiosamente conforme más elementos hay del comienzo de la lista y menos de la segunda, se suele considerar a la obra como ciencia ficción dura (hard science fiction) y conforme más elementos tiene del final de la lista se suele hablar de obras de ciencia ficción blanda (soft science fiction). También existe un género, que suele estar plagado de elementos de las dos últimas categorias, denominado fantasía científica (science fantasy) el cual combina elementos de la ciencia ficción (por lo general en su variante blanda) con elementos de la fantasía. Un ejemplo sería La Guerra de las Galaxias con, como no, la Fuerza.
Lo que está claro es que para nada influye en la calidad de la obra el grado de pureza de los elementos que aparecen. Por ejemplo, Tau Zero, una novela sobre una nave que cada vez se acerca más y más a la velocidad de la luz posee un planteamiento científico sobresaliente, pero sus personajes son más planos que una tabla de planchar. Por el contrario, las fundaciones de Asimov aunque son científicamente menos rigorosas, poseen unos personajes con los que llegas a sentirte identificado.
Pepe "Puertas de Acero" Pérez
[1]http://ericmvan.livejournal.com/1570.html
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