Las científicas navidades de Jesús

El sol es el protagonista de la Navidad

Esta semana, sumándome a la temática navideña de mis compañeros, os presento un par de cosas curiosas que guardan relación con los acontecimientos de estas fechas. Por lo que hoy no se hablará de sistemas caóticos, ni autómatas celulares. Un post corto para el día más corto del año.

Los temas que vamos a tratar son el solsticio de invierno, la estrella que vieron los reyes magos e intentaremos desvelar cuando nació Jesús.

¿Qué es el solsticio de invierno?

El solsticio de invierno es el momento en que la posición del Sol en el cielo se encuentra a la mayor distancia angular negativa del ecuador celeste. Una vez fusilada la frase anterior de la Wikipedia, veamos qué significa.

Básicamente es el momento del año en el que el Sol alcanza la menor altura sobre el horizonte. Por supuesto este punto es mayor o menor dependiendo de la latitud. Por ejemplo, en el Ecuador se nota muy poco y en el hemisferio sur es justo lo contrario, alcanza su altura máxima cuando aquí es mínima. Por este motivo, en el hemisferio Sur se celebra el solsticio de verano en esta época.

Lo interesante es que el solsticio de invierno ha sido en muchas culturas una señal de la llegada del frio, señal de cambio de mentalidad ante la escasez de los meses venideros. Ahora no tanto, ya que disponemos de alimento durante todo el año y nuestros animales no se ven afectados en la misma medida que en la antigüedad.

Debido a este cambio, se llevaban a cabo numerosas celebraciones en culturas previas a la expansión global del cristianismo. Wikipedia dispone de una lista extensiva de fiestas celebradas por distintas culturas, podeís verlas en el siguiente enlace: http://goo.gl/0UvJn.

¿Cuando nació realmente Jesús?

Lo curioso es que los cristianos originales, no les importaba realmente el nacimiento de Jesús (estamos hablando de alrededor del siglo II), mostrando sólo interés en su resurrección durante la Pascua. Pero hay un hecho curioso, la propia Biblia, cuando habla del nacimiento de Jesús afirma textualmente lo siguiente:

Había en la región unos pastores que pernoctaban al raso, y de noche se turnaban

velando sobre el rebaño. Se les presentó un ángel del Señor, y la gloria del

Señor los envolvía con su luz...

Hay que estar un poco loco para pernoctar al raso en Navidad, ¿verdad? Hay gente que opina que probablemente naciese alrededor del equinoccio de primavera, cerca del 21 de marzo o principios de abril. Incluso es posible, teniendo que el nacimiento sucedió en Oriente Medio, una región más cálida, que como muy temprano hubiera sucedido a principios de enero, pero nunca en la fecha que celebramos actualmente.

De hecho, la Iglesia llevaba ya una época intentando eliminar las festividades no cristianas, las cuales caían, en su mayor parte, por estas fechas. Pero no fue hasta el siglo IV cuando se decretó que la Natividad había sucedido la noche del 24 al 25, fecha en la que los romanos celebraban el Natalis Sol Invicti (Nacimiento del Sol Invencible, ya no hay fiestas que tengan nombres tan molones), básicamente haciéndole la competencia y desplazando a una de las últimas fiestas que les quedaba por hacer sombra.

Con esto quiero decir que, Jesús no nació (al menos de acuerdo a la Biblia, hay gente que puede pensar que no nació en realidad) en la época en la que se celebra actualmente y que el desplazamiento de esta fecha fue una estratagema de la Iglesia para hacer sombra a fiestas paganas.

Entonces, ¿qué estrella vieron los reyes magos?

Lo que primero puede venir a la mente es la imagen de un cometa. La triste realidad es que para ninguno de los cometas que conocemos coincide su periodo de órbita por el sistema solar con la fecha del Nacimiento de Jesús. Así que las hipótesis que se barajan tienen que ver con la conjunción de varios cuerpos celestes comunes, como pueden ser estrellas y planetas.

Poco se sabe sobre esto, pero algunos encontrados mediante interpretación de los textos y simulaciones por ordenador:

Júpiter y Saturno, junto con la constelación de Piscis.
Venus, Júpiter y Saturno, junto con la constelación de Aries.

Curiosamente, Venus es el planeta más brillante del cielo, seguido de Júpiter y Saturno, por lo que estas hipótesis, si bien es complicado (por no decir imposible) validarlas, poseen cierta lógica.

También hay gente que opina que es un mero símbolo y que no hubo tal estrella. Las interpretaciones de este tipo de cosas son como los colores, a cada uno le gusta el suyo.