Podemos ver en los periódicos que el dinero puesto en las preferentes de Bankia se podrá canjear por acciones de la compañía con una reducción del 50% de su valor. En principio suena a una total ruina para aquellos inversores que decidieron colocar su dinero en ellas (un mal negocio que se incrementará cuando todas esas acciones bajen de precio tras aplicarse la medida). Es por ello que diversas plataformas están pidiendo que se destine dinero público para devolver la inversión a todos aquellos que destinaron su capital en este producto financiero tóxico.
¿Se debería hacer?
Las participaciones preferentes son un instrumento financiero con unas características peculiares:
- No otorgan derechos políticos al inversor (no se tiene ningún tipo de decisión sobre la administración de la empresa).
- La retribución pactada como pago de intereses se condiciona a la obtención de beneficios por parte de la sociedad emisora.
- Son instrumentos con un vencimiento indefinido. El dinero que se da no se reembolsa (¿os suena eso de preferentes que se devolvían a los 3000 años?).
De manera resumida es un instrumento financiero que da una alta rentabilidad, pero condicionado al hecho de que solo se pagan intereses cuando la empresa obtiene beneficios, además de que nunca se devuelve el dinero prestado que origina los intereses (lo que se puede hacer es vender las acciones preferentes en el mercado secundario por el precio que este marque).
Por tanto, quien invierte en este producto económico complejo puede vivir dos situaciones:
Por tanto, quien invierte en este producto económico complejo puede vivir dos situaciones:
-La economía va a tope. Sinceramente, de puta madre. Te dan unos interese altísimos por lo que has invertido, y eso todo los años porque la empresa nunca entra en pérdidas, por lo que siempre tiene la obligación de pagarte. Además, da igual que nunca te vayan a devolver el dinero prestado porque, como dan unas plusvalías tan altas, en el mercado siempre hay alguien dispuesto a comprar tu inversión, incluso hasta por un precio mayor (colocas 30.000 euros en bankia y alguien te da 33.000 por ser el titular de esa inversión y cobrar esos suculentos intereses anuales, pensando que siempre habrá alguna persona que quiera darle 35.000 por sus preferentes). La economía fluye y todo va genial con nuestro producto complejo de inversión.
-La economía está engangrenada en una crisis eterna. Estás jodido a tantos y variados niveles que es difícil describirlo. Has metido una gran cantidad de capital a una sociedad que no va a tener obligación de pagarte en un largo tiempo porque van a pasar años hasta que vuelva arrojar beneficios en sus balances. Además no puedes recuperar el principal, porque ni la empresa tiene la obligación de devolvértelo, ni nadie va a querer comprar tu inversión por un precio equivalente (con suerte, alguien quiere comprar tu inversión de 30.000 por 10.000). La economía es un desastre y tu tienes una inversión muerta en un producto altamente tóxico.
El problema es que la segunda situación es completamente justa y real, las preferentes son una inversión de riesgo y quien las utiliza se expone a pasar de la primera a la segunda situación si no mide bien cuando traspasar el instrumento financiero a otro. No habría problema en que esos inversores pagasen el coste de su error si no fuera porque muchos de ellos no tenían la más absoluta idea del riesgo que corrían al invertir de esta manera. Lo que es una aberración atroz.
La mayoría de las inversiones se hacían a través de las instituciones bancarias, y desde la llegada de la Directiva sobre Mercados de Instrumentos Financieros, que es de plena aplicación en España, los bancos y similares tenían la total obligación de advertir de las características y riesgos de las inversiones que iban a efectuar sus clientes. Así, "para mejorar la protección del inversor, la nueva normativa refuerza tres principios que deben cumplir las entidades financieras cuando prestan servicios de inversión:
-Actuar de forma honesta, imparcial y profesional, en el mejor interés de los clientes.
-Proporcionar información imparcial, clara y no engañosa a sus clientes.
-Prestar servicios y ofrecer productos teniendo en cuenta las circunstancias personales de los clientes."
En contra de la creencia popular, las personas que invierten no están obligados a saber las característica de su inversión, sino que es el banco el que tiene que sentarse con las mismas e informarlas de manera clara y detallada de lo que están haciendo y de lo que deben hacer (joder, es su puto trabajo, están para poco más que para eso). Si un banco recomienda a pensionistas que inviertan en preferentes, los cuales no tienen ni idea de la situación económica presente o futura, sin prestar asesoramiento ni indicar cuando se debería vender, la compra de ese producto es completamente anulable, existiendo posibles consecuencias judiciales hacia la entidad que engaño a ese inversor.
Así que en esta situación tenemos dos tipos de inversores: uno que fue de listo y que intentó sacar unos intereses brutales a su dinero, pidiendo ahora por la cara que la sociedad asuma el riesgo de su inversión; y otro que confió en su entidad bancaria, fue engañado por la misma, y sin comerlo ni beberlo ahora se encuentra con que ha perdido todos sus ahorros. Estaría bien poder salvar al segundo y dejar hundirse al primero, si no fuera porque en principio es horriblemente difícil distinguirlos. De ahí las posturas intermedias, como convertir las preferentes en acciones con una quita de su valor, que intentan que los que pusieron capital rescaten algo de su inversión pero a la vez sufran las consecuencias de su apuesta arriesgada.
Decidir el nivel adecuado de dinero público que se debe destinar para solucionar este problema es terriblemente complicado; escapa a mis conocimientos, seguramente a los vuestros y, para que engañarnos, al de las 3/4 partes de las personas que vemos dar su opinión en los medios.
En principio yo me inclino por permitir que las personas paguen el error de sus inversiones. España no tiene dinero para aventuras y volveríamos a lo de siempre: que el inversor responsable rescate al que ha sacado beneficios siendo irresponsable, estableciendo un incentivo perverso en la economía y mandando un mensaje en contra de la seriedad y fiabilidad de nuestro sistema productivo.
En principio yo me inclino por permitir que las personas paguen el error de sus inversiones. España no tiene dinero para aventuras y volveríamos a lo de siempre: que el inversor responsable rescate al que ha sacado beneficios siendo irresponsable, estableciendo un incentivo perverso en la economía y mandando un mensaje en contra de la seriedad y fiabilidad de nuestro sistema productivo.
Por otro lado, la mala gestión bancaria tiene que tener sus consecuencias. Si una institución financiera ha asesorado mal a sus clientes, ha incumplido la ley, y en general ha llevado a la economía a la miseria, deberían buscarse culpables. Estoy hablando de despidos, declaraciones públicas de responsabilidad, y unos cuantos procesos judiciales para los máximos responsables. Se sabe que las estructuras bancarias no se pueden dejar caer, el sistema capitalista no aguanta con bancos quebrados, sin más; así que estamos viendo como se gestionan con total desprecio a la racionalidad económica. Estoy hay que pararlo en algún momento.
España necesita una población y unos gestores que sepan asumir las consecuencias de sus decisiones.
Monsieur le Tupé.
Yo siempre desconfio del consejo de alguien que intenta venderme algo. Si voy a comprarme una tele me inforamare antes, ire con un amigo o lo que usted quiera, pero no me fiare del apuesto dependiente del corte ingles. Del mismo modo quien va a informarse sobre inversiones al señor que te las vende es un poco inocente.
ResponderEliminarSi yo veo que los depositos estan dando un 4% y con las preferentes un 7%, pues hoyga, igual igual no deben de ser aunque me lo asegure mi amigo el banquero. Antes de firmar me informaria o por lo menos me leeria el puto contraro que estoy firmando, y si no lo entiendo me buscaria alguien o pagaria a un asesor.
Con los dineros hay que llevar cuidado y nadie da duros a cuatro pesetas. La gente ahora esta jodida por fiarse de quien no debe, por la avaricia de querer pillar una rentabilidad alta, y por no leerse lo que firman joder. Espero que con estas cosas la gente se conciencie un poco y aprenda que el banco no es su amigo y que hay que leer los contratos.
A parte, a los hijos de la gran puta que mintieron a la cara a quien contrato preferentes diciendo que eran igual que un deposito, que podian sacar los cuartos cuando quisieran, etc, habia que colgarlos.
Vaya señor raimundo, da gusto encontrarse con comentarios tan bien estructurados.
EliminarTienes razón en todo lo que dices. Pero solo quiero volver a matizar una cosa: es trabajo del banco pensar por ti a la hora de invertir. Si lo piensas las instituciones bancarias están para coger el dinero de los ahorradores e ayudar a inventirlo, es su labor (no el de convertirse en un cuarto poder empresarial, como es ahora). Así que de la misma manera que cuando tu compras un kilo de tomates se supone que va a estar fresco, si el banco te recomienda algo tendría que ajustarse a tus necesidades.
Con eso no quiero decir que no se debería reprochar a la gente ingenua (espero que quede menos de esta al terminar la crisis), pero si da un punto más en la cuenta de motivos para colgar de un palo mayor a los banqueros.