Registro de silbido. De Mozart a Mariah Carey.

Puede sonar a sacrilegio que alguien se atreva a formar una frase con Mozart y Mariah Carey juntos, el primero famoso por hacerle el "fuck you" a su archienemigo Salieri y la segunda por su reinado en la más ligera de las músicas, el pop comercializado por la MTV. Pero hasta en los terrenos más desemejantes encontramos parecidos, y no es que Mozart se vendiera al capital y empezara hacer música POP-ular, sino que Mariah Carey es una de las privilegiadas voces capaces de hacer lo que el genio de las cuerdas martilladas escribía. Ella entre otras por supuesto, pero si en el título hubiera puesto que esa otra es Diana Damrau o Minnie Riperton igual el sensacionalismo barato no estaría dándome una oportunidad de contaros un interesante fenómeno de fenómenos.

La voz "musical" humana cuenta con numerosos tonos vocales que hacen referencia a las octavas que puede alcanzar emitiendo sonidos inteligibles. Aunque si bien la inteligibilidad es importante en la interpretración artística, también puede hacer gala de una forma puramente estética. Esta forma de vocalización es en la que únicamente se emiten sonidos sin dicción, y para hablar de ella primero debemos hablar de los registros vocales. Éstos se refieren a la forma en la que vibran los instrumentos fonadores y por tanto a la cantidad de octavas que pueden abarcar. ¿Instrumentos fonadores? Pedante de mierda... ¡di labios, ligamentum y capa mocosa! Y es que según la forma de vibración de estas partes del aparato fonador, la voz se clasifica en un registro u otro:

• Por ejemplo, lo normal en una voz mortal es tener una voz de pecho donde vibran el músculo vocalis, las cuerdas vocales y la mucosa. Es la voz que abarca de la 4ª octava a la 5ª y es en la que más cómodos nos encontramos los "machos" al cantar.
• Cuando sentimos que la voz nos falta es cuando recurrimos sin quererlo al falsete, tanto en tonos graves como agudos, aunque su uso mayoritario es para los agudos. Y esta forma de canto cumple las mismas características que la voz de cabeza. La diferencia con la primera es que en ésta solo vibra la capa mocosa que cubre los labios vocales. En este caso la voz de cabeza es la natural de una voz femenina.
• Si por algún casual tu garganta siente la necesidad de alcanzar notas desorbitadas, entonces es que la naturaleza te ha dotado con una voz de silbido (whistle voice) que alcanza octavas superiores a la 6ª y toma el nombre por su parecido al agudo sonido de un silbido. El aparato fonador de la mujer está preparado para reproducir sonidos de este tipo, al igual que el de un niño, así que es relativamente sencillo si ésta se entrena, lo cual no es usual. También puede darse en hombres, pero es mucho más improbable. Pero veamos cuales son los fenómenos de este tipo de voz.

El registro de silbido carece de los efectos típicos del resto de voces. Tanto en los anteriores, como en cualquier instrumento, la vibración era necesaria. Para poder registrar una nota en esta modalidad de canto el vocalista cierra el músculo vocalis casi por completo, como hacemos con los labios al silbar. De este modo el aire expulsado lo hace a tal presión que choca con el aire circundante al otro lado del orificio, en este caso el de la laringe, y produce un sonido agudo. Es un proceso análogo al de la salida de agua a presión por una manguera con una boquilla muy pequeña. Para que la misma cantidad de agua salga en el mismo tiempo la presión a la que se expulse ha de ser mucho mayor.

A simple vista podría parecer el mismo proceso físico que el de una flauta u otro instrumento de viento, pero nada más lejos. En estos, el aire se mueve haciendo vibrar el cuerpo del instrumento. En este caso vibra el propio aire y es él mismo quien produce el sonido en su choque.

Pero no nos olvidemos de Mozart. Ahora que sabemos lo que es el registro de silbido podemos pronunciarnos por su gran obra, "La Flauta mágica". Un siete debió hacerle una cantante de ópera cuando decidió escribir los diabólicos pentagramas del personaje "La reina de la noche". Lo impactante de esta pieza es cómo la cantante soprano puede alcanzar hasta la sexta octava de Fa (Fa6), lo equivalente a 2793 Hz. Esto solo quiere decir algo si sabemos que se considera que un soprano normal puede alcanzar hasta el Do6, unos 2093 Hz. Aunque esto se queda en mantillas si decimos que el récord mundial está en Sol10. Parece que reprodujera un tono puro. Y por si la dificultad ya fuera poca entra en juego el dominio de otro término, la coloratura, que se refiere a la agilidad en voces líricas para cambiar rápidamente de notas, dificultad que aumenta cuando se usa el registro de silbido.

En el siguiente vídeo podemos ver a la anteriormente mencionada Diana Damrau interpretando magistralmente esta pieza. Esta parte se llama concretamente "La venganza del infierno hierve en mi corazón". Es el aria de la reina de la noche:

Entre otros ejemplos de vocalistas que usen esta técnica tenemos a la codiciada Mariah Carey, mujer de bellos atributos denostada por los que se dicen amantes de la buena música, pero aún así propietaria de una magnífica voz que pocos conocen. Su rango vocal cubre más de 7 octavas, dando desde un E_{2 (mi mayor segunda) hasta un} F_{#7 (fa sostenido séptima).} Esta cantante popularizó el uso del registro de silbido en el pop, si bien antes hubo sido introducido por Minnie Riperton:

No nos vamos sin escuchar a la mencionada Minnie Riperton, la cual fue el espejo donde se miraba Mariah Carey, en particular por esta técnica, la cual canturreaba desde niña. Lovin You, una canción a la que ahora podéis ponerle cara si no la conocíais:

Y como de voces increíbles estamos hablando por último os dejo con una "red-head", Georgia Brown, la mujer con el registro vocal más amplio del mundo, que se sepa. Su voz abarca 8 octavas de G2 (sol segunda) a G10 (sol décima) y por supuesto da rienda suelta a sus silbidos guturales:

Podéis encontrar los temas de este post en Registro de silbido - Spotify y el resto de la música de nuestros posts en MenteEnjambre - Spotify.


Por Conde Chócula (Aresti)