Por Almaciguero Mayor
Será por su amplio y atractivo elenco de personajes, por la multitud de tramas que se llevan paralelamente y su complejidad, por la percha de los publicistas para llevar un traje con estilo, por la sensualidad de esas mujeres americanas de los 60, por los cigarrillos que vienen seguidamente tras apagar el anterior, siempre acompañados de un vaso de whisky on the rocks, más de uno si la reunión lo requiere, por las amas de casa esperando en casa a sus trabajadores y corneadores maridos, o por ser un retrato devastador del American Way of Life. Yo no sé lo que será, pero lo que está claro es que Mad Men es el mejor producto televisivo desde Los Soprano y The Wire (lo siento por Breaking Bad) y Don Draper el personaje más complejo, fascinante y atormentado jamás escrito para una serie de televisión desde Anthony Soprano.
Desde que en 2007 la AMC diera luz verde al ambicioso proyecto del antiguo guionista de Los Soprano, Matthew Weiner, todos los años los que pagaban religiosamente su cuota tenían acceso a esta maravilla televisiva, de la que seguramente te han dicho o has leído por ahí que es la serie en la que no pasa nada. Y a los que dicen ésto, habrá que pegarles un tirón de orejas, porque sí, en Mad Men seguramente no hay mafiosos liándose a tiros con la banda rival, ni policías polis deteniendo a negratas, pero ahí reside la magia de esta serie: el hacer que el día a día de una serie de personas, lo que les va pasando a gente de la clase alta americana, de una manera tan certera que recuerda al pesimismo con que describía Fitzgerald a los ricos de sus amigos en sus novelas, sea absolutamente fascinante.
Pero Mad Men, aparte del indudable interés de sus tramas, se consolida como una serie de incalculable valor histórico, intuyo que sin pretenderlo. Se nos muestra cómo funcionaba de la cabeza a los pies una agencia de publicidad, cómo era la gente que en ella trabajaba y sus clientes, como Lucky Strike o incluso el partido Republicano, los cuales podían llegar a ser bastante hijos de perra. Así, la serie se convierte una crónica del Estados Unidos de su tiempo, es decir, desde 1960, hasta (queda pendiente la séptima y última temporada) 1970 aproximadamente. Diez años en los que seguimos la evolución de personajes tremendamente reales, y que por supuesto, fueron espectadores, al igual que nosotros de ellos, de los acontecimientos que fueron marcando la vida en aquel pais. Éstos son algunos de ellos:
Kennedy presidente
En 1961 tuvo lugar el enfrentamiento entre John F. Kennedy y Richard Nixon por acceder a la presidencia de los Estados Unidos. Todos conocemos lo mediático de las campañas electorales del país, y como no iba a ser menos, las agencias de publicidad adquirían un papel protagonista en los enfrentamientos políticos. La prestigiosa agencia Sterling Cooper (o sea, la de Mad Men) es contratada por el partido Republicano para ayudarles en la campaña, y vemos el resultado de las elecciones al final de la primera temporada. El resultado fue que Kennedy se convirtió en el primer católico que llegó a la Casa Blanca, en la que ha sido hasta el momento la elección más igualada en escrutinio: 49,7% para Kennedy por un 49,5% para Nixon. Los creativos de la agencia se llevan un revés importante con la noticia, lo que dará pie a nuevos retos para la segunda temporada.
Crisis de los misiles en Cuba
A Kennedy le tocó gobernar en tiempos convulsos, eso está claro, y más si cabe si se tiene en cuenta que menos de un año después de empezar a regir el mundo, tuvo que lidiar con el incidente más tenso de la Guerra Fría, la llamada Crisis de los misiles en Cuba. Fue el incidente que más cerca estuvo de desencadenar una catastrófica guerra nuclear, y se debió a que la Unión Soviética había colocado una serie de bases de misiles nucleares en territorio de su aliado natural, Cuba, apuntando hacia Estados Unidos. Cuando ésto fue conocido por la CIA, el presidente ordenó un bloqueo naval y aéreo sobre Cuba como medida de presión, pues los misiles estaban a menos de 200 km del territorio americano. Kennedy realizó uno de los discursos que le hicieron ser tan amado e idealizado, que es lo que podemos ver en Mad Men, asi como la sensación de pánico entre la gente, que realmente creía que los malditos comunistas iban a incendiar sus casas. En el vídeo tenéis el inspirado discurso del presidente Kennedy.
Asesinato de Kennedy
Ha dado lugar a conjeturas de todo tipo, y si no que se lo pregunten a Iker Jiménez en Cuarto Milenio. Pero más que un juego de adivinanzas, la muerte del presidente Kennedy supuso un mazazo para un país entero, que por fin parecía haber encauzado su Historia con un líder carismático y querido por todos. Además, lo inesperado de su muerte acrecentó más si cabe este suceso, considerado como una de las grandes tragedias nacionales. En la serie podemos seguir los hechos de una manera totalmente normal: la gente va a lo suyo, hasta que alguien llega corriendo y te dice, pon la tele que han matado al presidente. Asistimos también al día de luto nacional, la incertidumbre y el caos que siguió a su muerte. De hecho, también podemos ver al asesino, Harvey Oswald, asesinado, en directo, en un momento de máxima tensión entre la pareja protagonista, hilado de una manera magistral. Quien lo haya visto entenderá lo que digo.
Guerra de Vietnam
Una de las grandes cagadas de la Historia americana reciente fue meterse en este conflicto, con el objetivo de detener el avance del comunismo en el mundo. A partir de 1964 la presencia del ejército norteamericano en Vietnam empezó a ser muy notoria, impulsada por el presidente posterior a Kennedy, Lyndon B. Johnson, y posteriormente, con el autoritario Richard Nixon. Aunque la gente de Mad Men está forrada y ni de coña van a ser llamados a filas, sí que hay un par de personajes cercanos a los que sobrevuela la Guerra de Vietnam: por un lado el novio (y después marido) de Joan Holloway, Greg, médico que acaba en el ejército y lógicamente tiene que ir un año obligado, pero que más tarde cumplirá con su deber de buen americano, y permanecerá voluntariamente en Vietnam. Por otro lado, tenemos al hijo de un amigo de Don Draper, que por su irreverencia adolescente, incurre en una falta que le deja en posición de poder ser requerido para el servicio en cualquier momento. Pero el fantasma de la guerra hace recordar viejas historias del terror que se vive en combate, en boca de Don, excombatiente en Corea, de Roger Sterling, que muestra en varias ocasiones el odio que tiene sobre los japoneses y todo aquel con ojos achinados, consecuencia de su participación durante la Segunda Guerra Mundial en la Batalla de Iwo Jima. Os dejo un vídeo que repasa los momentos de la sexta temporada de Mad Men (que transcurre en 1968) que aluden a la Guerra de Vietnam.
Asesinato de Martin Luther King
La existencia de este hombre y su muerte condicionaron de una manera considerable la Historia de su país. Ser negro y nacer en Atlanta en 1929, con el odio que en el Sur se tenía a los de su raza, y el Kux Kux Klan acechando por doquier, no era la mejor de las perspectivas, pero Martin Luther King lideró el Movimiento por los derechos civiles, reclamando igualdad y un trato digno para la población negra, que hasta el momento aspiraba a poco más que a trabajar en minas, en el campo o como sirvientes de cualquier tipo, desde limpiabotas hasta mayordomos. Por supuesto, en la gran mentira de la democracia americana, no tenían cabida estos seres, que no podían votar, situación legitimada por una mayoría silenciosa de blancos a los que importaba un pito la sociedad (como suele pasar desde que el mundo es mundo). Pero gracias a que el doctor King organizó a los suyos y aglutinó a una parte descontenta de los blancos (sí, los melenudos) a los gobiernos de entonces se le pusieron los huevecillos de corbata. Su muerte, en abril de 1968 por el disparo de un paleto sureño, inició una serie de revueltas en los suburbios de las grandes ciudades, que obligaron a la interveción de la Guardia Nacional. En Mad Men vivimos la terrible tragedia ante la desolación de las secretarias negras o las sirvientas, a quienes acompañan en el sentimiento los más jóvenes de la agencia. Pero los viejos lobos, aunque se compadecen, representan en realidad una farsa: saben que cuanta más igualdad haya, menos habrá para ellos, y además, tampoco es que soñaran con los discursos del malogrado pastor, les da lo mismo.
Asesinato de Bob Kennedy
Y llegamos al tercer asesinato que marcó la vida y política y social de Estados Unidos en los convulsos años 60. En 1968, Robert Kennedy, que había sido fiscal durante el mandato de su hermano John, y más tarde senador, se proclamó vencedor de las elecciones del partido demócrata, y se erigió de este modo en la gran esperanza americana, contrario a la inútil Guerra de Vietnam, y por supuesto, una opción mucho mejor que ese bárbaro cavernícola que fue Richard Nixon. Pero como suele pasar con los ideales de Estados Unidos, antes de empezar la campaña electoral, fue asesinado por un palestino que según se dice seguía órdenes de la Mafia. En la serie recibimos la noticia a medianoche, por boca de la madre de Pete Campbell, una mujer anciana y con alzheimer, por lo que su hijo, lógicamente se cree que es una de las habituales chaladuras, y que se está confundiendo con la muerte de John Kennedy. Curioso es cómo se vio en televisión, con un sensacionalismo tremendo, enfocando el cuerpo todavía caliente del senador.
Hola Almaciguero! Qué bien leer una entrada tan estupenda como esta, y más cuando se trata de una de mis series favoritas: Mad Men. Yo también creo que los que dicen que en Mad Men no sucede nada no han entendido que, más allá de una acción física, está la psicología y las emociones de los personajes, por no hablar de todo el trasfondo político social que tan bien comentas. Un abrazo y espero seguir leyendo artículos tuyos. Un abrazo :)
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Cecilia! Si es que Mad Men es simplemente genial, y muchas veces tiene unos silencios que lo dicen todo, y unas miradas que hielan. De hecho, la quinta temporada, que para mí es la más floja, tiene una última escena que es sublime, la mirada de Don cuando le pregunta una chica joven: ¿estás sólo? es de lo mejor que he visto en una serie de televisión. Pero claro, eso hay gente que no lo entiende. Me imagino que cuando esta maravilla se acabe, allá por 2015, lloraré, y no poco.
EliminarUn abrazo para tí también, me alegro de leerte por aquí.
Y yo que no sabía con qué serie empezar ahora!
ResponderEliminarMad men... A ver cómo se porta :)