¡Ay, el cine español! Esa cosa recóndita y apartada, niña fea del cine al lado de las muy maquilladas producciones de Hollywood o la nueva película europea que se pondrá de moda. Nuestro cine siempre ha llevado dos etiquetas, una desde siempre, que ha sido la casposidad (véase las comedias del llamado landismo, o la más reciente saga Torrente) y, otra, que surgió al poco acabar la dictadura franquista, aquella de tetas y culos por doquier. Y de ahí está difícil que se salga el estereotipo, más de uno al escuchar la palabra película española arquea una ceja, mira para otro lado, o directamente se ríe de ti. No quiere que se la recomiendes, ni siquiera que le digas de qué va. Ya lo decía Goyo Jiménez en un monólogo, refiriéndose a eso de que cuando nos morimos nos vienen todas las imágenes de nuestra vida de carrerilla, como en una película: "No tengo bastante con morirme, que encima me tengo que tragar cine español".
Si encima escuchamos declaraciones de nuestros políticos, como Cristóbal Montoro, que hace bien poco ante la enésima queja por la sangrante subida del IVA cultural al 21%, se atrevió a pronunciar: "Los problemas del cine español también tienen que ver con su calidad" ¿Y en qué estaba pensando? Pues lo de siempre, lo de los senos al aire, o lo del Torrente de turno persiguiendo a mujeres con las grasas bamboleantes. Y claro, para hacer eso yo también pensaría, que se jodan, se acabó esto de las subvenciones. Pero como no es el caso, yo creo que los dispendios prestados por la teta pública son necesarios para hacer cine, para la cultura en general, es algo que es nuestro y que perdurará en el tiempo, muy importante. Está claro que en tiempos de crisis de lo primero que se recorta es de lo mal llamado "prescindible", así que, conformándonos con la situación, por lo menos deberían erigirse como cabecillas de un nuevo modelo de financiación del cine en España las cadenas de televisión privadas, como Canal +, Telecinco (ya hizo recientemente un taquillazo importante con Lo Imposible) y Antena 3.
Cierto es que nuestro cine nunca ha tenido una presencia muy notoria en el panorama internacional, si lo comparamos con el italiano, alemán o francés. No obstante de nuestra querida patria han salido autores que son considerados genios (y que de hecho, lo son), que han sentado cátedra, cuyo cine se seguirá estudiando por los siglos de los siglos, como Luis Buñuel o Luis García Berlanga, y otros más que destacados como Víctor Erice o Fernando Fernán-Gómez (sí, el de "¡a la mierda!"). Sin llegar a la altura de esta gente, todavía nos queda un selecto grupo de directores que son la punta de lanza del cine español de nuestros días. He aquí una muestra de sus películas, que podrán gustar más o menos, pero que a mí me parecieron magníficas, unas por su belleza, otras por su clasicismo y otras por su nervio. Si algún ojo experto detecta que falta alguna, por favor, que acuda rápidamente a los comentarios a insultar al escritor de todo ésto.
5 Grupo 7
Con la excusa de la Expo 92 de Sevilla, se organiza un grupo especial antidroga para acabar con el tráfico que plagaba una parte del centro de la ciudad hispalense. El nombre de esa brigada es el Grupo 7, integrado por agentes ya bastante curtidos a excepción de uno, muy válido, pero joven e inexperto. Este muchacho es un más que decente Mario Casas, que nos acerca a esta lucha eterna de los bajos fondos, en la que sabes que siempre los vencedores van a ser los que realmente manejan el cotarro, es decir, los políticos de un lado, y los grandes narcos del otro, mientras que los que están a pie de calle, por A o por B, las van a pasar canutas. Como líder de la brigada tenemos a ese prodigio de la interpretación que es Antonio de la Torre, a quien vemos en un personaje con luces y sombras, pero sobre todo impresionante, realmente parece un policía antidroga de los de toda la vida, con todo lo jodido que eso implica. Gran película, habrá que seguir de cerca a su creador, Alberto Rodríguez.
4 Mientras duermes
Érase una vez un conserje de edificio aparentemente modélico, Félix, que se metía debajo de la cama de una bella y feliz vecina todas las noches. Éste es el punto de partida de Mientras Duermes, del creador de REC Jaume Balagueró. El argumento puede parecer simplón, pero en un principio no sabes de qué va el asunto, y eso a mí particularmente me acojona, no se intuye por dónde van los tiros cuando comienza la película. Contemplar a ese personaje enfermizo y oscuro que ha creado en una labor encomiable Luis Tosar, cuya sola presencia te transmite mal rollo, idas de olla pero con sangre fría, y sobre todo, una mente tremendamente calculadora, es acojonante. Lo curioso de la película es que da mucho miedo, pero la cámara va detrás de Félix, y no a través de su víctima, por lo que los clásicos "sustos" a los que se presta la morralla habitual del género de terror de los últimos años prácticamente no tienen cabida (creo recordar que hay un par). Esta película me hace sentirme en ocasiones como grandes clásicos como La semilla del diablo o El resplandor, y eso son palabras mayores.
3 Vivir es fácil con los ojos cerrados
Con esta bella frase de la canción de Los Beatles "Strawberry fields forever" David Trueba ha titulado su nueva película. Y sólo puedo quitarme el sombrero, la ves con una sonrisa de principio a fin, te enamoras de sus personajes, de ese Javier Cámara que está como nunca lo había visto, o sea, magnífico, de esa cría llamada Natalia de Molina que tiene una mirada luminosa, y de un joven escapista del hogar, Francesc Colomer. El film nos relata el viaje que realizan estos tres personajes por viscisitudes de la vida, hacia Almería, pues el personaje de Javier Cámara, profesor de inglés en los años 60, que enseña a sus zagales con las canciones de Los Beatles, se entera de que el mismísimo John Lennon está en el desierto almeriense rodando la película Cómo gané la guerra, y se embarca en esta aventura. Una road movie preciosa, no sólo apta para fans de Los Beatles, hará las delicias de cualquiera.
2 Blancanieves
A pesar de que los que la hicieron, igual que Peter Jackson con el Hobbit, son unos mamones por cargarse bichos sin decir nada, lo cierto es que la revisión que Pablo Berger hizo del cuento clásico de Blancanieves, es una muy buena película. Concebida a contracorriente, en un tiempo en el que financiar una película en blanco y negro y muda se pensaba hasta hace nada que era poco más que un suicidio (gracias, The Artist), la historia es la conocida por todos pero ambientada en la Sevilla de los años 20, con los enanitos bomberos toreros y Blancanieves una niña adorable que desde pequeñita vive el flamenco intensamente, y más tarde tendrá un creciente interés por el toreo. Pero por encima de todos se encuentra esa enorme actriz que es Maribel Verdú, quien nos regala una interpretación genial como mala de la función (merecidísimo Goya), actriz que por cierto está gozando de sus mejores papeles en la madurez. La película está soportada por unas imágenes espectaculares, una ambientación muy cuidada, y momentos preciosos, aquellos que sólo son propios del buen cine.
1 El artista y la modelo
2 Charles Chaplin
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1 Alfred Hitchcock
1 Alfred Hitchcock
1 Alfred Hitchcock
Fernando Trueba se nos pone clásico y nos regala una película sobre la creación de la obra maestra del artista a través de una gran historia soportada principalmente por un escultor y su inexperta modelo. En los años de la Segunda Guerra Mundial, una joven exiliada catalana llega a un pueblo del sur francés, donde empieza a vivir en la indigencia. Su gran belleza llamará la atención de la población local, que por supuesto informará al escultor del pueblo de la presencia de carne fresca para sus propósitos artísticos. El escultor no es ni más ni menos que el clásico actor francés Jean Rochefort y su mujer la no menos actriz clásica italiana y otrora preciosa, Claudia Cardinale. A estos dos pesos pesados se enfrenta la joven Aída Folch, que interpreta a la modelo y sólo puedo decir que está maravillosa, como todo lo que contiene esta película. Nos revela a un Fernando Trueba sabio, que pone la cámara donde debe y construye diálogos preciosos sobre el arte y la naturaleza (dos de ellos son realmente deslumbrantes). Es muy triste que esta película haya pasado de puntillas, sin pena ni gloria, por nuestras pantallas, con lo profunda y fascinante que es. Es de lo mejor que he visto en mucho tiempo en un cine, un producto de muchos quilates.
Y no he visto nada, que mal me siento!
ResponderEliminarMe siento mal yo y he visto nada más que la 5 y la 1... ambas buenísimas, por cierto!!
Eliminarqué pasaría si cruzáramos a Javier Cámara con Julián López? es bromica jejee. Muy buen post, me pondré manos a la obra con ellas, pa no sentirme tan mal como estos contertulios
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