Por Monsieur le Tupé. España
está hecha un asco, si, no lo voy a negar. Cada vez cuesta más mantener el
espíritu navideño, hay menos luces en la casas y en algún barrio se vislumbra
ya la posibilidad de sustituir estas fiestas por un segundo Ramadán, éste
obligado por los políticos. Pero es importante recordar que si bien quizás nos
acercamos a una segunda Edad Media, ésta todavía no ha llegado, que la vida es
mejor ahora que hace un siglo. Parco consuelo que no debe hacer que caigamos en
la apatía, aunque buen antídoto contra los charlatanes que todo sería mejor si volviéramos al Siglo XVII o, qué sé yo, al periodo Romano. Nunca existió una
Arcadia feliz, ¿y todos los desajustes provocados por los mercados financieros?
Los capitalistas cabrones de esta época actúan como los empresarios de la Revolución
Industrial en sus períodos amables.
Los
gráficos provienen de Politikon, una estupenda web que deberíais visitar sólo
ligeramente menos que Mente Enjambre.
¡Incentivo al lector poco amante de las gráficas! |
Examinemos
las variables que han mejorado en este último siglo: la disponibilidad de
alimentos ha aumentado; la esperanza de vida ha crecido; la mortalidad infantil
ha descendido; la renta per cápita ha ascendido hasta un nivel donde prácticamente el país más pobre de la actualidad vive mejor que el mejor de los países
de hace dos siglos; las personas en el umbral de la pobreza no han dejado de
descender; y por último, se han reducido las horas diarias de trabajo. Joder,
el mundo no parece ir tan mal.
Así que no
nos engañemos, aunque en Occidente esta crisis nos está golpeando con toda la
virulencia posible, el mundo está marchando mejor. Esta no deja de ser una
crisis del primer mundo. A espera de otras crisis las economías emergentes
siguen emergiendo y es previsible que en diez años el mundo, que no nosotros,
esté todavía en un mejor estado. Que la media mejore está muy relacionado con el hecho de que
China sigue consiguiendo tasas de crecimiento y que, más que nos pese a los
amantes de las democracias, una proporción creciente de su población viva cada
vez en mejores condiciones. Queda por ver qué pasará cuando la crisis ecológica
llegue y de pronto Brasil nos diga que ya no queda Amazonas para sacar papel
higiénico, pero por ahora hay motivos para el optimismo.
Esto
no tiene que hacernos la increíble desigualdad que existe en el mundo, pero
si debe servirnos para poner un freno a la demagogia de todos aquellos que
piensan que con el Kaiser ser vivía mejor o que mejor irse al monte a criar cabras
a través de un régimen feudal. La esperanza de tu bisabuelo era de cincuenta
años y la de tus hijos será de 100 ¿de veras estás preocupado por si comerte
o no esa décima gamba?
Esto merece ser comentado aunque sólo sea por la jartá a reír gracias al "Incentivo al lector poco amante de las gráficas", sois buenos hasta para eso
ResponderEliminarLo esencial es ofrecer un producto que nadie más ofrezca. El incentivo puede ser muchas cosas, pero original es. ¡Gracias!
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