TOP 7: Películas del 2013 que no puedes perderte

Por Almaciguero Mayor

Muchos asocian el 13 a la mala suerte, a la pérdida de cualquier posibilidad de triunfar, por remotísima que fuera. Es el número del gafe, y si es martes ya, mejor ni hablamos. Pero como el arriba firmante no es ni más ni menos que un ateo, agnóstico o como leches se diga, en cuanto a la religión de los números se refiere, hará caso omiso de estos malos augurios, porque al fin y al cabo no ha sido un año tan malo. Vale que España perdió el partido del siglo contra Brasil, pero han acontecido otras cosas alejadas del deporte rey: empezamos el año dando la bienvenida al nuevo y sorprendente (por hereje) Papa y lo terminaremos despidiendo a Nelson Mandela, con una relaxing cup de esas mediante.

Pero 2013 ha sido, en mi opinión, un buen año para el cine, pues se ha visto que, ante las bajas horas del cine norteamericano de Hollywood, nuevos creadores han surgido, uniéndose a otros que siguen contando historias que no nos gustan oir o que por lo menos sabes que te van a tocar alguna fibra, que te van a conmover o a turbar, pero sin trampas o mal gusto. Así que, en este año, en el que Rajoy ha cumplido su segundo año de mandato, confirmando sus grandes dotes de líder, su independencia de las directrices que marca Bruselas, y sobre todo, la estricta realización de sus promesas electorales, o eso dicen sus pretorianos ministros, os dejo con las películas que me han dado un poco de luz en estos tiempos de oscuridad. Aquellas que han sido estrenadas en nuestros cines a lo largo de este año y más me han gustado. Por supuesto, de lo que he podido ver, es decir, no todo, así que si alguien quiere contribuir a engrosar esta selección, tiene su oportunidad en los comentarios.

 7  Django desencadenado

Todos pensábamos que Tarantino, gran amante del sphaguetti western, iba a hacer una barbaridad de las que acostumbra, pero ambientada en el Estados Unidos de finales del siglo XIX. Pero no podía estar uno más equivocado, porque si bien hay algún que otro guiño al género, hecho más en plan gamberro que otra cosa, Django desencadenado es un western que nos cuenta, en el contexto del esclavismo de los sureños antes de la Guerra de Secesión americana, la historia de un negro liberado que buscará a su amada, esclava en una plantación, y de paso, también venganza contra los que imponen la ley del látigo a sus camaradas de raza. Con los diálogos marca de la casa y unos cuantos secundarios para el recuerdo, estamos ante un western, por momentos, muy brillante.

 6  Searching for Sugar Man

Como representante de un género cada año más al alza, el documental, tenemos la gran sorpresa del año, no tanto por su contenido cinematográfico, sino más bien por el músico desconocido que nos presenta, una especie de Bob Dylan de ascendencia mexicana, afincado en Detroit, que nunca triunfó. La historia y su modo de desarrollarla, en forma de intriga que va siguiendo lo poco o casi nada que se sabe de Sixto Rodríguez, el susodicho cantautor, mientras van sonando sus pocas pero emocionantes canciones, hace de Searching for Sugar Man un hallazgo impagable para las mentes ávidas de nuevos descubrimientos, y a su modo, justicia. El desconocimiento que teníamos de Rodríguez es de estas cosas que no te puedes explicar, simplemente pasan, pero por suerte el sueco Malik Bendjelloul nos ha abierto los ojos.

 5  Mud

Jeff Nichols, director de Take Shelter, presenta con Mud el ejemplo de cómo hacer una excelente película indie americana, sin moderneces ni tonterías. Nos cuenta la historia de un chiquillo que vive en el Mississippi, de cómo pasa a la adolescencia, conociendo el primer amor, y al que será su modelo a seguir, el misterioso fugitivo llamado Mud, interpretado por un genial Matthew McConaughey, auténtico eje de la trama. Pero lo más fascinante de la película es cómo se nos muestra el punto de vista del zagal, su desconocimiento ante la vida y su deseo por lo prohibido, por las mieles que todavía, por joven, le están negadas. Con todo ello, y apoyado en la fuerza de sus imágenes que te remiten a lo que está bien hecho, al sabor del buen cine, Mud es de esas películas que te hacen creer que en esto todavía hay esperanza, que las buenas historias siempre tendrán cabida, y más todavía si se cuentan con talento.

 4  The Master

Siguiendo con la estela de un cine que tira por los suelos el sueño americano, Paul Thomas Anderson nos trae con The Master la vida de un tipo que vuelve del frente del Pacífico tras la Segunda Guerra Mundial. Pero no esperemos homenajes o condecoraciones con las barras y estrellas de fondo, este hombre ha vuelto trastornado de la guerra, y ahora tiene que integrarse en una sociedad que lo desprecia, por ser raro, por estar medio loco. Entonces, cuando parece que todo está perdido, aparece la religión en su vida, en forma de secta que guarda similitudes casi clónicas con la Iglesia de la Cienciología. Con este punto de partida Anderson nos muestra las relaciones humanas, el comportamiento errante que todos llevamos dentro y cómo las religiones pueden ayudar (o no) a la gente a superar sus problemas.

 3  Gravity

Tras Hijos de los Hombres, el director mexicano Alfonso Cuarón se ha tirado unos 5 años preparando Gravity. El resultado es inmejorable, una odisea espacial situada muy cerca de la Tierra, como no suele ser habitual, sobre dos austronautas que tras un accidente quedan a la deriva, con pocas posibilidades de regresar a casa. Durante hora y media te quedas pegado en la butaca, sufriendo el mismo agobio que los protagonistas (soberbios Clooney y Sandra Bullock), pero a la vez atraído por lo que estás viendo, que es, sencillamente espectacular. Sólo con secuencias imponentes con el Sol, la Tierra, la Luna y las estrellas como fondo, te muestran lo insignificante que es el ser humano. Para mí ha sido la experiencia cinematográfica del año.

 2  La gran belleza

Alabada por la crítica en Cannes, poco sabía yo sobre esta película, salvo que duraba bastante más de dos horas y que estaba ambientada en Roma. Pero descubrí una maravilla, la historia de un escritor romano, que en su juventud hizo una gran novela inspirado por una belleza incomparable que nunca ha vuelto a conocer, y que está convencido que nunca volverá a contemplar. Por eso pasa la vida viviendo las noches y durmiendo los días, yendo a las fiestas que organiza el mundo artístico romano, contemplando cómo la decadencia de su ciudad es algo palpable, empezando por las personas: "Los verdaderos habitantes de Roma son sus turistas", se dice en un momento de la película. El director, Paolo Sorrentino, ha hecho una película tan excelsa como hipnótica, con varios diálogos dignos de recordar y, sobre todo, con algunas secuencias tremendamente bellas.

 1  La vida de Adèle

Ganadora de la Palma de Oro en Cannes, en La vida de Adèle asistimos al devenir de una muchacha de 17 años, que un día descubre su homosexualidad, y tras pasarlo bastante mal, consigue encontrar el amor verdader. En esta película reside todo acerca del final de la adolescencia y el principio de la edad adulta, y en general, sobre la vida. Lo que ves es de una realidad insólita, tanto el gozo de las mieles del amor como sus tormentos y vértigos,  nada parece actuado durante las 3 horas de duración de la película. Pero que nadie se asuste, porque el gran cine no conoce de duraciones, acuérdese el lector de El padrino o El cazador, películas de duración semejante y contenido inmejorable. Esta es una obra de arte que requiere de ese metraje, no se podría entender si no es como un todo. Además, supone el descubrimiento de una actriz increíble, Adèle Exarchopoulos. Para mí es, sin ninguna duda, la película del año.