martes, 25 de marzo de 2014

Too big to crush

Por Monsieur le Tupé.

El capitalismo es un buen sistema, de verdad, sin bromas. La idea de que la suma de voluntades individuales puede llevar al bien mayor tiene su aquel: yo intento que mis productos sean mejor que los de la competencia para vender más, lo que obliga a mis competidores a mejorar sus productos, terminando al final el mercado con una evolución positiva. Pero claro, este sistema tiene fallos, pequeños invitados que llegan a la fiesta sin avisar, olvidándose la botella de vino en su casa y comiéndose todo los higos envueltos en beicon.

Una de las disfunciones que más amarga el desarrollo normal de la economía es el fenómeno llamado “too big to crush”, demasiado grande para caer. El mercado capitalista es famoso por su capacidad de adaptación: cuando un producto se vuelve demasiado escaso, el incremento de su precio va forzando paulatinamente a los consumidores a buscar sustitutos, lo que disminuye su consumo; cuando una industria empieza a ser menos productiva, la mano de obra se va desplazando hacia otras economías de mayor productividad. Este movimiento va genial cuando los cambios son pequeños y múltiples, pero se gestiona fatal cuando las modificaciones ocurren en un solo momento y el impacto es enorme.

Es decir, la economía puede adaptarse a que vayan quebrando las cadenas de videoclubs durante diez años, hasta su total desaparición, pero que en una semana quiebre un banco produce un dolor casi imposible de digerir. El gobierno no se ve impulsado a actuar ante cambios pequeños, pero casi seguro tendrá que intervenir en los cambios grandes. Es decir, el Estado no te va a salvar el culo si eres pequeño, sólo si eres grande.

Este impulso malsano es prácticamente indetectable. Crecer es bueno, le sientan bien a los negocios. Te permite utilizar economías de escalas, tener más acceso a financiación y diversificar tus riesgos. Una empresa más grande aspirará a mayores mercados y por general triturará a las empresas pequeñas en el medio plazo. Así que no es tan fácil como criminalizar la expansión de las empresas, sino qué hay que entrar en cada caso para saber si se está creciendo por necesidad y por deseo. Y eso es difícil.

¿Por qué se han destinado insultantes sumas de dinero a rescatar al sistema bancario? Porque el sistema bancario es ENORME, una quiebra suya no se puede asimilar por el sistema; por tanto, hay que rescatarlo. ¿Qué mensaje manda esto a los administradores de cualquier sociedad? Hazte grande, muy grande, todo lo grande que puedas y a cualquier precio. El Too big to crush es el canto de sirena que llama a los directivos a estrellar sus empresas contra los acantilados. Si eres un pequeño banco te dejaran quebrar para mandar un mensaje, si eres el principal banco de España el Estado te salvará todas las veces que necesite. No importa que tu sector sea más improductivo, importa que sea más grande.


"Too Big To Crash". Demasiado grande para caer.


1 comentario:

  1. Porque no se puede dejar caer un banco? Y rescatar solamente a los ahorradores ? EL CAPITALISMO ha muerto y las reglas las cambian cuando quierem los poderosos .Esto se va pateciendo mas a una granja , y adivina de que lado estamos nosotros

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