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viernes, 11 de abril de 2014

"La Vinacoteca" 2 Programa (Escuelas Económicas)

 [PODCAST]

Nuevo logo de la Vinacoteca creado por Adrián Sánchez y Javier Arnedo e ilustrado por Sara García Sainz-Marín
Os presentamos el segundo podcast de la VINACOTECA que fue grabado hace más de un mes y que presentamos ahora. Por desgracia fuimos víctimas del Ragnarok, algo de lo que hablamos en el programa, y fruto del caos y del desorden humano este trabajo ha sido publicado.

TEMAS:

  • Hablamos sobre las escuelas económicas que han dominado los estados desde nuestra historia reciente hasta la actualidad: Capitalismo, comunismo, capitalismo más liberal, capitalismo menos liberal, socialismo más comunista, socialismo menos comunista... Lo vais a entender.
  • Os contamos curiosidades que van desde magnates del petróleo jugando al monopoli, pasando por apocalipsis vikingos con lobos que comen lunas hasta penes "pequeños" llevados a la "gran" pantalla (esto último es claramente para que parezcan más grandes)
     
  • Escucharéis música que versa sobre las bondades y miserias de capitalismos y comunismos y sus estratos sociales.


martes, 25 de marzo de 2014

Too big to crush

Por Monsieur le Tupé.

El capitalismo es un buen sistema, de verdad, sin bromas. La idea de que la suma de voluntades individuales puede llevar al bien mayor tiene su aquel: yo intento que mis productos sean mejor que los de la competencia para vender más, lo que obliga a mis competidores a mejorar sus productos, terminando al final el mercado con una evolución positiva. Pero claro, este sistema tiene fallos, pequeños invitados que llegan a la fiesta sin avisar, olvidándose la botella de vino en su casa y comiéndose todo los higos envueltos en beicon.

Una de las disfunciones que más amarga el desarrollo normal de la economía es el fenómeno llamado “too big to crush”, demasiado grande para caer. El mercado capitalista es famoso por su capacidad de adaptación: cuando un producto se vuelve demasiado escaso, el incremento de su precio va forzando paulatinamente a los consumidores a buscar sustitutos, lo que disminuye su consumo; cuando una industria empieza a ser menos productiva, la mano de obra se va desplazando hacia otras economías de mayor productividad. Este movimiento va genial cuando los cambios son pequeños y múltiples, pero se gestiona fatal cuando las modificaciones ocurren en un solo momento y el impacto es enorme.

Es decir, la economía puede adaptarse a que vayan quebrando las cadenas de videoclubs durante diez años, hasta su total desaparición, pero que en una semana quiebre un banco produce un dolor casi imposible de digerir. El gobierno no se ve impulsado a actuar ante cambios pequeños, pero casi seguro tendrá que intervenir en los cambios grandes. Es decir, el Estado no te va a salvar el culo si eres pequeño, sólo si eres grande.

Este impulso malsano es prácticamente indetectable. Crecer es bueno, le sientan bien a los negocios. Te permite utilizar economías de escalas, tener más acceso a financiación y diversificar tus riesgos. Una empresa más grande aspirará a mayores mercados y por general triturará a las empresas pequeñas en el medio plazo. Así que no es tan fácil como criminalizar la expansión de las empresas, sino qué hay que entrar en cada caso para saber si se está creciendo por necesidad y por deseo. Y eso es difícil.

¿Por qué se han destinado insultantes sumas de dinero a rescatar al sistema bancario? Porque el sistema bancario es ENORME, una quiebra suya no se puede asimilar por el sistema; por tanto, hay que rescatarlo. ¿Qué mensaje manda esto a los administradores de cualquier sociedad? Hazte grande, muy grande, todo lo grande que puedas y a cualquier precio. El Too big to crush es el canto de sirena que llama a los directivos a estrellar sus empresas contra los acantilados. Si eres un pequeño banco te dejaran quebrar para mandar un mensaje, si eres el principal banco de España el Estado te salvará todas las veces que necesite. No importa que tu sector sea más improductivo, importa que sea más grande.


"Too Big To Crash". Demasiado grande para caer.


lunes, 10 de febrero de 2014

Suiza desconfía del trabajador europeo. La falacia económica contra el inmigrante


Por Monsieur le Tupé.




Suiza, el país con más lavanderías de toda Europa, ha aprobado en referendum el establecimiento de cuotas de entrada al país para sus vecinos europeos. Si se legisla teniendo en consecuencia este deseo de la población, lo que es bastante probable teniendo en cuenta los mecanismos establecidos en el país para respetar las decisiones tomadas en referendum, se acabará la libre circulación de personas entre el país y la Unión Europea. Esta restricción a la inmigración supondrá no sólo un quebradero de cabeza para mantener estables el conjunto de tratados europeos, sino también un precedente negativo en una zona geográfica que se ha caracterizado estos últimos años por fomentar el libre tránsito de personas. El miedo al extranjero se ha cobrado su primera pieza. 

Podemos encontrar dos razones fundamentales para limitar la inmigración: sus efectos perniciosos sobre la cultura autóctona y sus consecuencias negativas sobre la economía. La primera está más sujeta a debate, por ser el término cultura nacional algo profundamente subjetivo, incapaz de ser medido y propio de discusiones donde prima más quien tenga la barba más tupida y no los argumentos más sólidos; pero el segundo aspecto, el económico, si se puede analizar con papeles, con números, con análisis históricos. Y lo voy a dejar claro: que la inmigración sea perniciosa para la economía de un país es MENTIRA. En me inventoestadisticaslandia quizás podamos encontrar un caso donde una nación sufrió económicamente por la llegada de inmigrantes, pero en España, en Suiza, y en la mayoría de países, la llegada de extranjeros supone una consecuencia positiva para el país. 

Esto es así. La inmigración trae de la mano infinidad de problemas y costes, pero en el ámbito económico a día de hoy ya ha quedado más que probado que ofrece más de lo que quita. Aun así, y para que os sintáis justificados cuando la emprendáis a martillazos con el siguiente que diga lo de "los extranjeros están arruinando el país", os traigo aquí analizadas las principales consecuencias de la migración para los países de destino. 

Como factor demográfico, la migración tiene un efecto rejuvenecedor que permite que la tasa de envejecimiento descienda. Nuestro ámbito más cercano, rodeados como estamos de países europeos ricos con tasas demográficas alarmantes, necesita desesperadamente frenar el envejecimiento de la población para garantizar la viabilidad de los servicios sociales, así que cualquier efecto que aumente la natalidad es bien recibido. No obstante, la historia ya ha demostrado que a largo plazo los efectos se moderan. La argumentación de que existe un tipo de inmigración cuya cultura puede suplantar a la nacional bajo la dinámica de que los que vienen siempre tienen más hijos que los que están es especialmente dolorosa. El efecto rejuvenecedor depende de la llegada de inmigrantes nuevos, la fecundidad de los inmigrantes se reduce drásticamente con el paso de generaciones. Quitando la jerga económica: alguien que venga de Senegal tendrá más hijos que un nacional, pero la tasa de natalidad de los nietos de ese senegalés será prácticamente idéntica a la media nacional. 

Comúnmente se argumenta que la migración tiende a elevar la tasa de desempleo y reducir los salarios de los trabajadores nativos, debido a que se incrementa la oferta laboral y se compite por los mismos puestos de trabajo, por lo que se produce el efecto de un desplazamiento de los nacionales y una disminución de los salarios. Esto es un proceso cierto y con consecuencias visibles, pero sólo resulta un coste si no analizamos el escenario en conjunto. La realidad es que los inmigrantes también elevan la productividad al facilitar que los trabajadores nativos se desplacen de trabajos mal remunerados y con bajas prestaciones laborales a otros de mayor calificación y remuneración. La entrada de extranjeros incrementa la producción y con ello el crecimiento económico. 

Otra cuestión importante es determinar la relación de coste-ingreso de los extranjeros en relación al fisco y los programas públicos de asistencia social. El argumento es muy conocido también: la llegada de inmigrantes y sus familias, los cuales tienden a pedir beneficios de salud y educación para ellos y sus hijos, eleva los costes del sistema social y genera desajustes en las cuentas fiscales. Esta idea tiene un amplio calado en el debate político y ocasionalmente se traduce en la promulgación de leyes que limitan el acceso de los inmigrantes y sus descendientes a la educación, la salud, y en general a los servicios de protección social. Vamos a dejar clara una cosa: la evidencia empírica acredita que la frecuencia con que los inmigrantes hacen uso de los servicios sociales es más baja en comparación con la población nativa. Los extranjeros no realizan más gasto que los nacionales, incluso llegan a hacer menos. Además, está demostrado que las ganancias futuras debido a la mayor productividad y el pago de impuestos compensan el gasto realizado. 

Y resumiendo mi posición en tres puntos:

- El efecto sobre la pirámide demográfica es positivo.
 - El efecto sobre el mercado de trabajo es positivo. 
- El efecto sobre el sistema asistencial es positivo.

Esto son datos: es la realidad aporreando a tu puerta. La inmigración se puede analizar sobre otros aspectos más allá del económico, y no seré yo el que no diga que no tenga matices negativos, pero no se puede usar la economía como un arma contra los extranjeros inventándose cualquier mentira que suene bien. Suiza ha esquivado la crisis con bastante maestría, el paro es estable, los salarios han crecido moderadamente, y ellos mismos han admitido que el debate sobre los extranjeros no estaba centrado en los efectos económicos de la inmigración. Así que recordad: decir que los inmigrantes arruinan el país equivale a golpe de remo. Hombre que si. 

lunes, 3 de febrero de 2014

La crisis cambiaría argentina

Por Monsieur le Tupé.

No sé qué tipo de relación tienen los argentinos con su moneda, si no la llaman para darle las buenas noches, o siempre se olvidan de los aniversarios, pero siempre andan a malas con ella. Argentina es la economía de los astutos gobernada sin astucia ninguna, es el eterno retorno del problema con la moneda. Desde que arrancó el año, el peso argentino se ha depreciado frente al dólar algo más de un 20%. Nadie se fía de la moneda argentina. Entre la inestabilidad de su valor, los corralitos y las ideas de brillantez dudosa de sus políticos no me extrañaría que el siguiente lema de la moneda fuera algo como “Peso argentino, desde 1983, quien lo iba a decir”.

¿Cuáles son las consecuencias más inmediatas de que existe una pérdida de valor en la moneda? Una moneda de menor valor hace más costosas las importaciones, hace falta una mayor cantidad de la divisa nacional para comprar divisa extranjera y por tanto importar bienes y servicios. Pensad que un argentino que viajara a Estados Unidos para comprar hoy tendría que pagar un 20% más que cuando viajó hace dos meses. Además una devaluación disminuye la confianza en la moneda nacional y en su economía. Argentina tiene un largo historial de pérdida de confianza, todavía está pagando las consecuencias de su último impago, es muy fácil no depositar esperanzas en su moneda. Y cuando eso pasa no quieres tener tu sueldo en pesos.

La parte positiva que un menor valor de la moneda beneficia las exportaciones, ya que con la misma cantidad de moneda extranjera pueden comprarse más divisas nacionales y por lo tanto más bienes y servicios del país. Eso activa el motor del país y genera trabajo, pero con un coste: inflación. Y el problema de argentina es la inflación, que lleva rebelde bastante tiempo.

¿Cuáles son los motivos por los que el peso argentino se está yendo al carajo otra vez? El principal factor explicativo de la crisis es la reducción del superávit por cuenta corriente de la economía argentina, que ha pasado de situarse al 3% a establecerse en cero o incluso en niveles negativos. Es decir, el país está dejando de crecer. Brasil ya no está tirando del carro, hay un creciente déficit energético (nacionalizar a lo loco no lo arregla, que sorpresa) y continúa la pérdida de competitividad provocada por la inflación. Cuando la economía va a todo trapo es fácil esconder los problemas estructurales, es cuando empieza a enfriarse un poco cuando todo empieza a doler. Los españoles sabemos un poco de eso.

¿Y qué hace el gobierno? Ser parte del problema, por supuesto. La economía argentina marcha a golpe de medidas populistas: se oculta el nivel real de inflación, se otorgan subsidios excesivos, y se reacciona a la pérdida de confianza echándole la culpa a los especuladores y restringiendo el acceso a dólares (el llamado el cepo cambiario: se prohibió la compra de dólares para atesoramiento y se estableció un recargo del 35% para las compras con tarjetas de crédito). Argentina está negando su realidad económica. No es que exista una conspiración masónica para acabar con el país, es que los propios argentinos no se fían de su propia moneda.

¿Y qué está produciendo esa desconfianza? Como principal factor la inflación. El crecimiento de la cantidad de moneda en el país es desorbitado (la cifra verdadera, que nada tiene que ver con la dada por el gobierno, puede llegar a situarse en el 25%) y se está alcanzando el punto de no retorno donde el crecimiento se ve reforzado por el pánico y se vuelve imparable (la gente pide más dinero por las cosas porque piensa que las cosas van a costar más dinero). A más inflación menos bienes que se pueden adquirir con la misma cantidad de dinero. Los argentinos no son tontos, saben cómo va el peso y el dólar es una moneda mucho más estable, obviamente se pasan a ésta.



Llegados a este punto si yo fuera argentino me empezaría a preocupar por cómo salir del embrollo. Pero como residente en España tampoco me quedo tranquilo. La globalización no es sólo tener vaqueros y enterarte de que la semana pasada fue la Super Bowl, es tener que compartir este tipo de marrones. Si la moneda argentina está mal significa que sufren todos los países que hayan invertido en el país o que exporten al mismo (la inversión vale menos y los argentinos pueden comprar menos productos del exterior). Los expertos dicen que España y en general Europa tiene poco riesgo de verse seriamente afectados por la crisis cambiaria argentina y que no hay que preocuparse. Pero “los expertos” empiezan a tener tanta credibilidad como prima la del pueblo. Así que por mi interés y el suyo: ánimo Argentina. Fuerza gauchos, que os hace falta. 

sábado, 18 de enero de 2014

Compren, vendan, han llegado las criptodivisas

Por Pepe "Puertas de acero" Pérez



Imaginad un mundo en el que los bancos no existen. Un mundo sin monedas controladas de manera centralizada, donde no hay lugar para el FMI o el BCE. Un lugar sin aquellas entidades que, convenientemente, hemos descubierto hace poco lo malvadas que son.

Qué pensaríais si os dijsese que cada día que pasa nos acercamos más a ese lugar. Las criptodivisas (criptocurrencies) pueden ser el camino. Una criptodivisa, como es posible adivinar a partir de su propio nombre, es un medio de intercambio digital que emplea la criptografía como base para implementar un sistema de intercambio monetario. Como medio de intercambio nos referimos a un elemento que actúa de intermediario para obtener bienes y servicios en lugar de emplear el trueque. Un gran ejemplo de medio de intercambio es, como todos habeis podido imaginar, el dinero. Las criptodivisas son, por asi decirlo, dinero digital.

La parte criptográfica de las criptodivisas es compleja, pero tiene un objetivo muy claro: establecer una red distribuida, descentralizada y segura para mantener la confianza hacia la propia moneda, porque al final el usuario de a pie lo que desea es que sus dolarines tengan un valor real y eso no se consigue si el sistema financiero no tiene confianza en la divisa. Pero claro, hablamos de dinero digital el cual tiene un problema que no suele darse en las monedas físicas, el doble gasto.

El problema del doble gasto se resume en que una persona pueda enviar una unica unidad (llamémosla moneda) a dos individuos distintos a la misma vez. Esto es difícil de realizar con divisas tradicionales por varios motivos. En primer lugar, es fácil dejar constancia de que se ha hecho la transacción (los bancos tienen un balance de cuentas) y segundo y más importante, la divisa abandona físicamente al emisor para pasar al receptor. Si obviamos el problema del falseo de divisa, las monedas tradicionales tienen bastante bien controlado el problema del doble gasto, es decir, es bastante complicado transmitir el mismo billete a dos personas simultáneamente.

Pero claro, una criptodivisa es digital y es fácil de replicar. Por ahora podemos entender que cada moneda es una secuencia de letras y números. Digamos que Pepito tiene una moneda, la cual es básicamente un texto como podría ser "XushR5yYKY". Pepito quiere irse de putas, pero para ello necesita pagar, por lo que envía ese texto. Como habeis podido intuir, no hay nada que impida a Pepito volver a usar esa moneda para volver a irse otro día (o esa misma noche) con otra señorita. Total, puede hacer todas las copias que quiera de la moneda y nunca más volver a pagar por sexo.

Os dejo con la intriga, pero la semana que viene veremos cómo se puede conseguir evitar este problema aplicado a un caso concreto. Hablaremos sobre las bitcoin y como, para desgracia de Pepito, evitan el problema del doble gasto.

Pepe "Puertas de Acero" Pérez

martes, 7 de enero de 2014

Cómo se globaliza desde la maldad. Un ejemplo de cómo especular

Por Monsieur le Tupé


Hay cierta corriente de pensamiento que se dedica a echarle la culpa de más o menos cualquier desgracia a los especuladores. La acción de los mercados consiste en un círculo de miembros del partido Republicano, con un vampiro y Krusty, cuya labor es hacer que suba la inflación, bajen los salarios, quiebren los bancos y, no sé, que siempre se te corte la mayonesa haciendo la cena de Nochevieja. Una visión que tome el mundo como algo gris y no como una serie de blancos y negros enfrentados te dirá que esta perspectiva seguramente será errónea. El ataque especulativo existe, pero no es la causa de la ruina de los países, sino que ésta se concentra en la mala decisión de sus políticas (de las que los especuladores se aprovechan). 

Aun con todo, la globalización si ha dado puerta a actos de especulación meramente nocivos. Con la liberalización de la economía se ha permitido que se robe directamente a los países con tanta astucia que sencillamente en un mes resulta que has perdido millones de euros porque, porque… porque lo dice un mago. En los viejos tiempos se estafaba a las naciones con malos lotes de materias primas, con productos defectuosos o con acuerdos de explotación injustos; la vieja escuela de la acción colonial, vaya. Pero ahora es posible que venga un señor con traje muy caro, te hable en una jerga que no entiendes, y que al final le tengas que dar mucho dinero por absolutamente nada a cambio.

Os pondré un ejemplo. 

Siguiendo las recomendaciones del FMI, Tailandia abrió sus mercados financieros de tal modo que cualquier inversor mundial pudiera invertir o retirar inversiones sin más trabas que las que el mercado libremente imponía. Esta acción te sonará si vives en los países occidentales, donde lleva aplicándose tanto tiempo esa política que casi cuesta pensar que hay otros sistemas disponibles. Consiste llanamente en que cualquier persona puede invertir donde quiera. ¿Cuál fue la diferencia en Tailandia? El país, durante los largos años de desarrollo con una economía cerrada, había acumulado grandes cantidades de divisas, siendo una economía apetecible para los inversores internacionales. En 1997, poco después de los seguir los consejos del Fondo Monetario Internacional y liberalizar sus mercados financieros, la nación empezó a ser atacada por especuladores financieros, es decir, inversores internacionales. 

El ataque se orquesta de manera muy sencilla, siguiendo los pasos de una receta que se ha aplicado una y otra vez, y que más o menos todas las economías han tenido que sufrir: un especulador pide un préstamo al Banco Central de Tailandia por valor de 24.000 millones de la moneda tailandesa; como es solvente se le concede; a continuación, en el mismo Banco Central con ese mismo dinero prestado compra dólares, que al cambio en el momento dan un equivalente a 1000 millones de dólares. El valor de una moneda se fija como cualquier otro producto: cuando se solicita una divisa el valor de la misma aumenta, si por el contrario lo que se produce es una sustitución de la divisa por otra, el precio de la misma bajará. Con la acción del especulador aumenta el interés por el dólar y disminuye el interés por la moneda nacional, lo que lleva a la consecuencia de que el dólar suba y la moneda tailandesa baje. 

Como es una acción conjunta de muchos especuladores y todos hacen lo mismo, la moneda se ve forzada a la baja, con lo que el gobierno tiene que mantenerla vendiendo sus divisas o depreciando su moneda. Un gobierno puede mantener el valor de su moneda mientras tenga divisas, pero al terminarse éstas debe depreciar la moneda. Eso sucedió en Tailandia, que hubo de depreciar su valor en un 40% en una sola semana.  En ese momento los inversores vuelven al Banco y cancelan el préstamo que pidieron, pero ahora, gracias a la depreciación del 40% su préstamo en moneda Tailandesa vale menos. De los mil millones que adquirieron en la operación, con 600 millones de dólares más los escasos intereses de una semana pueden cancelar la deuda. El resto, casi 400 millones de dólares, son el beneficio proveniente de esquilmar a un país.

Los especuladores firman un préstamo, esperan la política del gobierno, pagan su préstamo y ganan dinero por dar nada. ¡Ganan dinero firmando papeles! 

lunes, 30 de diciembre de 2013

Felices navidades comparativas



Por Monsieur le Tupé. España está hecha un asco, si, no lo voy a negar. Cada vez cuesta más mantener el espíritu navideño, hay menos luces en la casas y en algún barrio se vislumbra ya la posibilidad de sustituir estas fiestas por un segundo Ramadán, éste obligado por los políticos. Pero es importante recordar que si bien quizás nos acercamos a una segunda Edad Media, ésta todavía no ha llegado, que la vida es mejor ahora que hace un siglo. Parco consuelo que no debe hacer que caigamos en la apatía, aunque buen antídoto contra los charlatanes que todo sería mejor si volviéramos al Siglo XVII o, qué sé yo, al periodo Romano. Nunca existió una Arcadia feliz, ¿y todos los desajustes provocados por los mercados financieros? Los capitalistas cabrones de esta época actúan como los empresarios de la Revolución Industrial en sus períodos amables.

Los gráficos provienen de Politikon, una estupenda web que deberíais visitar sólo ligeramente menos que Mente Enjambre.







¡Incentivo al lector poco amante de las gráficas!






Examinemos las variables que han mejorado en este último siglo: la disponibilidad de alimentos ha aumentado; la esperanza de vida ha crecido; la mortalidad infantil ha descendido; la renta per cápita ha ascendido hasta un nivel donde prácticamente el país más pobre de la actualidad vive mejor que el mejor de los países de hace dos siglos; las personas en el umbral de la pobreza no han dejado de descender; y por último, se han reducido las horas diarias de trabajo. Joder, el mundo no parece ir tan mal.

Así que no nos engañemos, aunque en Occidente esta crisis nos está golpeando con toda la virulencia posible, el mundo está marchando mejor. Esta no deja de ser una crisis del primer mundo. A espera de otras crisis las economías emergentes siguen emergiendo y es previsible que en diez años el mundo, que no nosotros, esté todavía en un mejor estado. Que la media mejore está muy relacionado con el hecho de que China sigue consiguiendo tasas de crecimiento y que, más que nos pese a los amantes de las democracias, una proporción creciente de su población viva cada vez en mejores condiciones. Queda por ver qué pasará cuando la crisis ecológica llegue y de pronto Brasil nos diga que ya no queda Amazonas para sacar papel higiénico, pero por ahora hay motivos para el optimismo. 

Esto no tiene que hacernos la increíble desigualdad que existe en el mundo, pero si debe servirnos para poner un freno a la demagogia de todos aquellos que piensan que con el Kaiser ser vivía mejor o que mejor irse al monte a criar cabras a través de un régimen feudal. La esperanza de tu bisabuelo era de cincuenta años y la de tus hijos será de 100 ¿de veras estás preocupado por si comerte o no esa décima gamba? 

lunes, 16 de diciembre de 2013

Por qué los cigarros cuentan como moneda de curso en las cárceles



Maki "el navaja" es un preso muy formal, prácticamente modélico, que cuenta con sólidas amistades en la cárcel. Lo único que falla en él es la comunicación: donde quiere decirle a Álvaro que acepta con respeto pero con disidencia firme las opiniones vertidas por él mismo contra su madre, lo que hace es desear clavarle siete veces en el estómago un trozo de vidrio afilado envuelto en cinta aislante. Lo único es que no ha aprendido a expresar bien sus sentimientos.

¿Cómo logra este bienintencionado intercambio de pareceres? Las películas nos dicen que pedirá un favor a, no sé, un par de negros, que se lo harán a cambio de dos cajas de paquetes de cigarrillos. De la misma manera que un masaje para nada cristiano le costaría cuatro cajetillas, o apostar en los caballos sólo un par de cigarros sueltos con No Tan Confliable Ivan, el ruso que lleva el tinglado del juego. Parece que los ilustres miembros del sistema penitenciario tienden a llevar siempre una vida problemática con la adición a la nicotina ¿O hay algo más allá?  ¿Pueden los cigarrillos sustituir al dinero del Estado como moneda oficial de las cárceles? La teoría dice que sí. 

¿Os habéis parado a pensar alguna vez realmente qué es el dinero? 

El dinero es un medio de cambio universalmente aceptado con un valor asignado que nos permite acceder a bienes y servicios sin recurrir al trueque.
El mayor invento tras la escritura, que nos permite tanto salvar sociedades como arruinarlas completamente: el dinero es sólo una construcción social. Es dinero lo que decidimos que es dinero. Actualmente tratamos con el dinero fiduciario, pero formas de dinero hemos tenido muchísimas, hemos traficado con metales pesados, cabezas de animales, así como con la sal, entre otros muchos bienes. De hecho podéis meteros dentro de muchos videojuego online, bajo aviso de que hay cierta probabilidad de que os salga barriga y algunos granos en la cara instantáneamente, donde podréis comprobar cómo el dinero dentro del juego produce dinámicas económicas parecidas a las existentes en la vida real, con inflación y todo. 

¿Entonces qué es necesario para que Malboro se convierta en el Banco Central de una Cárcel? Tenemos tres propiedades:
Medio de intercambio. Es necesario que el bien pueda conservarse con la posibilidad de poder intercambiarlo por otras cosas. No se trata de meter unas cuentas cuchilladas alegremente sólo por el placer de fumar, sino que el asunto está en que el bien recibido después se pueda usar para comprar otras cosas, como una tableta de chocolate (Dios bendiga el glamour de las antiguas cárceles, donde se intercambiaba violencia por azúcar y lácteos). Uno de los pilares de las funciones del Estado, que no dejan de ser al final más que compañías aseguradoras con tanques, es garantizar que la moneda nacional pueda utilizarse como medio de intercambio en cualquier situación. De hecho es obligatorio aceptar la moneda de un país en cualquiera de sus comercios (lo que plantea curiosas reacciones de represión en los países pobres donde la moneda extranjera es mucho más valorada que la nacional). 
Conservación de valor. El problema de las cabras es que son un bien finito: o las pones a reproducirse entre ellas o el rebaño se termina extinguiendo. Lo bueno de los cigarrillos, como los billetes o cualquier metal, es que no pierde el valor con el paso del tiempo. Dentro de dos años se pueden usar los cigarrillos que tenías guardados como si fueran nuevos, más si pensamos que su verdadera función no es fumarlos sino sólo representar un valor. 
Posesión de un valor implícito. ¿Por qué el oro y la plata son un refugio de inversión constante en la Historia de la misma manera que lo son también las obras de arte? ¿O por qué en situaciones turbulentas o restringidas, como cárceles o países en guerra, los cigarros o las balas empiezan a usarse como moneda de cambio? La moneda fiduciaria, la de papel, está muy bien cuando todo está tranquilo, pero en periodos convulsos las verdaderas monedas son las que tienen un valor implícito. Puede que prefieras intercambiar los cigarrillos que tienes por otra cosa, pero a las malas siempre te los puedes fumar. 
A estos tres valores principales se les han de unir tres características menores: la aceptación universal, el dinero tiene que ser un bien deseable por todos; la facilidad en el transporte, ha de ser capaz de acumular valor en poco peso sin requerir recipientes frágiles para su transporte (lo que explica por qué el aceite, aunque útil, no se ha usado nunca como moneda de cambio); y la divisibilidad, es decir, que pueda ser fraccionado sin pérdida de su valor.

Y ya tenéis el motivo de por qué siempre tenéis que pasarle un paquete de tabaco a la semana a vuestro tío, ese que para nada está en la cárcel sino trabajando en el extranjero.

Monsieur le Tupé. 

lunes, 2 de diciembre de 2013

La dualidad del mercado laboral español




La dualidad del mercado laboral español es una más entre todas las cosas que llena de felicidad nuestra gran nación. Junto a los políticos, el periodismo sesgado o un buen plato de clavos con masa de pizza congelada para desayunar, no hay nada mejor para empezar el día que hablar de cómo se distribuye el trabajo en España; no es necesaria la fibra después de eso.

Que nuestro mercado laboral presente una dualidad laboral implica que hay una distinción clara entre dos grupos de trabajadores. Están los insiders, con contratos indefinidos, salarios regulados, protecciones fuertes en caso de despidos, y los outsiders, caracterizados por contratos temporales y escasa protección. Están las generaciones con contratos con derechos fuertes y grandes dificultades de despido, y luego tú, querido lector, que seguramente pensarás que los contratos indefinidos no existen, que son los padres.

Para simplificar las cosas vamos a suponer que en nuestro mercado laboral hay dos tipos de contratos: uno está relacionado con una tarea en la empresa concreta y se renueva periódicamente; y otro indefinido, con tareas generales en la empresa y protegido por una indemnización por despido. Así, la empresa se estructura con un núcleo duro de contratos indefinidos (los menos posibles por ley) y un contingente de temporales que se utilizan como factor de ajuste, contratando o despidiendo en función de cómo vayan los ingresos.

Explicado el término, ¿Cuáles son las fuentes de la dualidad del mercado laboral?

·     La alta temporalidad concentrada en los jóvenes. Es la principal fuente de dualidad en España y obedece al cambio de paradigma en las formas de contratación operado en nuestra economía desde que nos abrimos a la globalización y decidimos ser Europa. En otras palabras, las empresas pasaron de funcionar a base de contratos fijos a tener el mayor número de contratos temporales posibles. Eso ha hecho que exista una distinción entre los trabajadores antes del cambio, con contratos fijos, y los nuevos que van viniendo, a los cuales muy pocas veces se les ofrece la posibilidad de acceder a las condiciones de las que disfrutan los antiguos.

·         La creación de los falsos autónomos. El uso de esta figura de autoempleo para sustituir una relación laboral protegido por una relación mercantil sin protección. La línea que separa el falso autónomo del trabajador autónomo económico dependiente (aquel que recibe el 75% de sus ingresos de un único cliente) es fina, pero está claro que se da cuando el autónomo realiza todas las tareas dentro de la misma empresa con sujeción a un horario fijo. ¿Necesitas un informático en tu empresa? Pues buscas a uno, pero en vez de contratarlo le obligas a que se haga autónomo para que te suministre servicios. Cosas del capitalismo. 

·         La expansión del trabajo a tiempo parcial. O cómo temer a las ideas laborales que vienen de Alemania. En vez de usar trabajadores a tiempo completo, se ocupan las horas con trabajadores a tiempo parcial. Lo que en principio suena bien (dos trabajadores en vez de uno), tiende a ser una solución a largo plazo bastante negativa por la tendencia al fraude de los empresarios, con realización de horas extras no cobradas por los trabajadores, y la creación de empleos de poco valor añadido, donde se ofrecen pocos incentivos para la mejora de actitudes del trabajador.

¿Y cómo solucionamos esto? Supongo que buscando trabajo en 1978. ¿Alguien sabe cómo va la producción de Deloreans?


Monsieur con sospechoso Tupé.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Cómo toman decisiones las empresas.


Se pueden explicar los mecanismos de decisión de las empresas como uno de los factores más simples y deprimentes de la lógica capitalista. La sencillez de su objetivo es abrumadora: el propósito de una empresa privada es el de generar la mayor cantidad de ingresos en un periodo de tiempo dado y nada más. Todo elemento de responsabilidad social corporativa se encuadra dentro del fin mayor de obtener el mayor dinero posible. ¿Formación de minorías, concienciación sobre el medio ambiente y políticas que fomenten la recuperación nacional? Puta mierda. A una empresa no hay nada más que le importe que el dinero que es capaz de conseguir. 

De hecho, ni la supervivencia de la empresa es un elemento inamovible en su formula por buscar el máximo beneficio: si una estrategia agresiva genera más ingresos durante dos años que una estrategia conservadora de medio siglo, pues la empresa dura dos años y luego a invertir en otra cosa. En serio, factores como el número de trabajadores, el índice de ventas, la calidad del producto son solo medios, muy lejanos de llegar a ser un fin en si mismo. Ningún inversor va a preguntar jamás cuantos trabajadores tiene una empresa, sino cuántos dividendos genera por año. 

Por supuesto esto es una exageración, luego resulta que son las empresas más estables las que terminan recogiendo mayores cantidades de dinero y que respetar las normativas es la mejor manera de crear imagen de marca, algo que toda empresa lucha por conseguir. Al final si que "el egoísmo individual lleva al beneficio general", aunque quizás no tanto como debiera.

En cualquier caso hay que comprender bien este principio para entender cómo funcionan las decisiones dentro de una empresa. Porque bien podría deciros como siempre, que toman decisiones como hijas de puta, porque son, básicamente, unas hijas de puta y hasta llevar razón. Pero algo de rigor académico le quitaríamos a esta sección y eso feo queda.  Además, tengo el párrafo perfecto para definir la situación, no solo por venir del Club de Lucha, que ya sería motivo suficiente, sino porque condensa con extrema precisión todos los matices necesarios para comprender las decisiones empresariales:

 Yo era perito de una empresa de automoviles, mi trabajo era aplicar la fórmula. Un modelo fabricado por mi empresa sale a una velocidad de 100 Km/h. La dirección se bloquea. El coche se estrelló y ardió atrapando a los que viajaban en él. Entonces: ¿Deberia llamar a la fábrica?. A se toma el numero de vehiculos de ese modelo, se multiplica por el indice de probabilidades de fallo, B, entonces se multiplica por el acuerdo económico acordado sin ir a juicio, C. A por B por C igual X . Si el resultado es menor del que costaría una llamada a fábrica, no la hacemos.

Y eso es básicamente todo: jugar con probabilidades, muertes y beneficio económico. Explicándolo con números, pongamos que hay un 10% de posibilidades de que uno de nuestros coches haga arder a sus pasajeros en un infierno de dolor y angustia, lo que nos costaría en un juicio una indemnización de 10 millones de Parabellums. Si vendemos diez coches, sabemos que uno va a terminar matando a alguien, por lo que tenemos asegurado un coste de 10 millones. Si vendemos veinte coches, serían dos accidentes y 20 millones y así sucesivamente. Vamos, se resume en multiplicar el número de unidades por la probabilidad de que fallen, por la indemnización que causan. ¿Y qué hacemos con ese valor? Compararlo con el coste de cambiar todos los coches.
  • Cambiar diez coches nos cuesta 8 millones. La indemnización probable es de 10 millones. Se cambia. 
  • Cambiar diez coches nos cuesta 15 millones. La indemnización probable es de 10 millones. No se cambia.

¿Y el valor de las víctimas humanas? 


Básicamente éste. 

¿No os habéis preguntado por qué las empresas papeleras siguen contaminando los ríos a pesar de las multas? ¿O por qué se infringe descaradamente las leyes de protección del consumidor? Solo se explica si se comprende que a las empresas les sale más rentable pagar las consecuencias de infringir la ley que obedecer a la misma.

¿Optimista eh?


Monsieur le Tupé. 


lunes, 7 de octubre de 2013

Los Presupuestos del Estado, la atribución a Sanidad y la puñetera misma falacia de todos los años.


Desde que sigo por encima, muy por encima, las atribuciones en los Presupuestos del Estado siempre me encuentro que todos los años termina circulando el mismo bulo sobre los presupuestos de Sanidad, ya sea para destacar lo que han bajado o para compararlos con otras partidas, en un ejercicio de gilipollez estéril reiterante que me toca sufrir cada 365 días, más o menos como el discurso del Rey. Quienes se lo creen de entrada no son culpables, no más que todos nosotros cuando no contrastamos una noticia, pero todo aquél que difunde información como la que veo estos días, que se desmonta en tres segundos en Google, habría que untar su piel en miel para que una cabra se la lamiese hasta llegar al hueso.

El artículo de hoy tendrá poca chicha, porque un primate entrenado podría desmontar el argumento, pero va mi salud mental en ello, ya que no sé cuánta vergüenza ajena más podré aguantar. Que esto sería genial si mis artículos fueran visitados más allá de mi madre (y esto es otra mentira; ojala mi madre leyera mis artículos…) pero al menos pensaré que he contribuido un poco.


La falacia, en resumida imagen, viene a ser ésta:


¡Rojos del mundo! ¡Uníos! ¡Prácticamente el presupuesto destinado a Defensa es igual al destinado a Sanidad y Educación juntos. Nuestro Gobierno gasta considerablemente más en balas que en medicamentos y dios cómo os mataba a todos a porrazos. Este concepto también se puede explotar de otras maneras, como clamando porque el presupuesto de Sanidad baja un 3% siendo el mayor descenso de los Ministerios; al grito de “mirad, se recorta en Sanidad y no en armas”. Y digo yo, ¿con las increíbles y prácticamente inabarcables cagadas que hace nuestro Gobierno, con todas las excusas verídicas y creíbles para quemar a un político en la plaza del pueblo cada día 15, por qué es necesario inventarse una mentira tan pueril?

La argumentación en contra de estos datos es sencilla: estamos hablando de los Presupuestos del Estado y la Sanidad y la Educación están transferidas a las Comunidades Autónomas, mientras que Defensa es una competencia central. Por tanto, el gasto de los presupuestos generales del estado en esas materias refleja tareas en general puramente administrativas y no el gasto real que se hace en España, que es considerablemente mayor.

Para más gracias los departamentos de Sanidad y Educación del Gobierno Central son los más inútiles que puedes encontrar, ya que reproducen muchas competencias y actividades que ya se realizan en las Comunidades Autónomas, creando duplicidades odiosas de esas que hacen llorar a los economistas keynesianos. ¿No es paradójico? Visto desde el prisma de quien difunde estas noticias recortar en esos departamentos es malo, siendo en realidad todo lo contrario, ya que suponen un ahorro claro y útil en un lugar que no produce nada a la sociedad.

Esto es, como siempre, el todo vale contra los del pueblo de al lado, que todo el mundo sabe que son unos hijos de puta, pero que de vez en cuando hay que intentar parar. Así que ya sabéis, cuando alguien os muestre datos de cuánto gasta el Gobierno Central en alguna materia caliente, preguntaos primero si quien la proporciona es el Estado o las Comunidades Autónomas. Y el año que viene al primero que diga que, yo que sé, que en los presupuestos se asigna más para tanques que para hospitales le partís la cabeza con un ladrillo.


Monsieur antes le tupé.

lunes, 30 de septiembre de 2013

Cómo empezar justificando un impuesto a la lotería y terminar cagándote en dios.




El Sorteo de Navidad de este año será el último con premios exentos de tributación. A partir de entonces tanto los premios de Loterías y apuestas del Estado sufrirán un gravamen del 20% que descontará la propia organización del sorteo. Está por ver si incrementarán la cuantía que se recibe como mecanismo para paliar la reducción de ganancias en lo que siempre ha sido el impuesto para los idiotas los que no saben de matemáticas, aunque lo más probable es que no.

Esto en principio puede producir indignación más allá de la tendencia a odiar toda normativa salida durante el Gobierno del PP, efecto muy razonable dado el condicionamiento que recibimos de ellos. Ya que, en primer lugar, ¿por qué una empresa estatal necesita impuestos? No parece muy lógico, ya que todo el beneficio que se percibe va directamente al Estado (recordemos que un impuesto es una manera de sacar beneficio de una operación privada). Es decir, se podría producir el mismo suceso recaudatorio si se aumentara el precio de los billetes, o se disminuyera la cuantía del premio (aunque hay veces que establecer un impuesto es una forma más segura de recaudar). Y en segundo lugar ¿más impuestos? ¿Más impuestos, hijos de puta? ¿Después de dos años destruyendo los servicios estatales más impuestos? ¡¿Más impuestos?!

Pero como muchos elementos en la economía más allá de la primera impresión uno se da cuenta de que la medida tiene más sentido de lo que parece (como muestra el aval que le dan los técnicos del Ministerio de Hacienda). Y es que los billetes de lotería son el mecanismo de oro para evitar pagar Hacienda una cantidad de impuestos brutal, al ser un ingreso limpio y sin tributar (por el cual también se puede blanquear dinero). El mecanismo es sencillo y de conocimiento extendido, se localiza al ganador del premio a través de alguna de las distribuidoras de lotería que tengas en el ajo antes de que cobre el premio y le compras el billete para hacerte pasar por su propietario. Si tenías 100.000 euros de un negocio que han de tributar al 35% y le ofreces a alguien 115.000 por su billete la ganancia es clara (en el primer caso te quedas con 65.000, en el segundo con 85.000, lo justo para la entrada para el nuevo yate).

Además de que ahora se convierte, sin que la ley pueda hacerte nada, en dinero legal y justificado. ¿Qué cómo tengo yo una colección de Mercedes si no se me conoce trabajo alguno y siempre he vivido en un barrio marginal? Nada de droga, nada de droga, billetes de lotería, la suerte, que está conmigo (si has pensando en algún momento en gitanos el movimiento SOS Racismo está llorando por ti). Aquí habría que hacer un alto para señalar al iluminado que ha aceptado 15.000 más a cambio de tener un dinero que no puede justificar y que no puede gastar abiertamente, lo que a largo plazo no parece que compense (o igual si, porque en este país cada vez se paga más en negro y que se joda la idea del Estado del bienestar).

Así que deberíamos dar las gracias por que exista un impuesto que pretenda limitar estas transacciones, o hacerlas menos rentables (porque si el impuesto de lotería es del 20% y el impuesto legítimo es del 21% siempre va a haber un hijo de puta avispado inversor que prefiera ahorrárselo). Porque visto lo visto esta ilustre costumbre española no nos la quitábamos ni con agua hirviendo.

¿Costumbre española? Pues si, si y si. Que da vergüenza ajena saber la cantidad de políticos con suerte que hay en este país a los que la gente sigue votando. Hablamos de señores que se plantan ante sus votantes, con sus cojones patrios, y les dicen que su fortuna viene de que han ganado cuatro veces la lotería en cuatro años. O que la mansión la han sacado del gordo de navidad, cuyo billete fue un regalo de una constructora. O ya si eso enlazamos con quien dice que ha ganado 8 millones de euros en casinos en seis años.

Y yo me cago en dios. No habría que ponerle impuestos, habría que gravarle con latigazos. 

Monseiur le Tupé. 

lunes, 1 de julio de 2013

Razones de por qué nuestro sistema bancario es una mierda para Dummies.





Llevamos ya unos años, demasiados años, escuchando noticia tras noticia todas las semanas respecto a los motivos por los que el sector de crédito español está tan jodido. Retahíla tras retahíla de por qué no pueden prestar dinero, por qué necesitan ser rescatados, por qué restaurar el derecho de pernada es necesario para atraer la inversión extranjera...  Estamos tan saturados de información que si te paras a pensar un momento prácticamente no puedes centrarte en una explicación coherente de cómo hemos llegado aquí. Y claro, siempre puedes resumir todo en que son idiotas, y tendrías razón, pero esa explicación no me permitiría hacer un breve resumen de por qué la Banca española está prácticamente ahogada en su propio fango.

Cuando estábamos en el ciclo expansivo del crecimiento a lo me cago en dios, el sistema bancario pudo mantener su costoso modelo de servicio bancario, formado por una extensa red de pequeñas oficinas, aun a pesar de los márgenes reducidos y la alta competencia en el país. Los ingresos por comisiones y el incremento de la actividad financiera podían sustentar prácticamente cualquier operación por farónica que fuera. A sazón el incremento de la capacidad de crédito, que permitía sostener ese modelo, sería el causante de su posterior desplome. 

Cuando la situación financiera y económica y financiera cambió se revelaron los profundos desequilibrios que lastraban las cuentas de los bancos y las cajas de ahorro. El estallido de la burbuja inmobiliaria y el incremento del desempleo redujeron drásticamente la actividad de las entidades bancarias. Su dependencia del sector del ladrillo puso en duda su solvencia, lo que limito su posibilidad de llegar a los mercados financieros, bloqueados por un pánico a invertir en lugares de riesgo incierto. 

Los bancos españoles tenían una capacidad brutal instalada en un ámbito donde sus depósitos, los préstamos concedidos y sus fuentes de financiación les habían fallado. Lo que viene siendo construir tres millones de barcos pesqueros la semana antes de extinguir toda la fauna de los océanos. Pues normal que se fuera todo a tomar por culo

En resumen, los problemas más importantes a los que se enfrentó el sistema bancario español fueron:

- El exceso de capacidad instalada en el sector bancario. 

- La elevada concentración del riesgo en el mercado inmobiliario.

- El aumento de la morosidad y el deterioro de los activos.

-Las dificultades en el acceso a fuentes de financiación mayorista.




¡Quién no ama a su banquero!

Monseiur le Tupé. 

lunes, 24 de junio de 2013

La economía es la ciencia más difícil.





Analizar con precisión y certeza cualquier fenómeno económico es prácticamente imposible. Al lado de eso, los problemas de física, biología o matemáticas son veras bagatelas. Tomar la economía como una ciencia es un jodido reto imposible. ¿Cómo sobrevivimos los economistas ante tal obstáculo? Bajo el simple mecanismo de no tener ni puñetera idea de lo que hablamos. Si alguien te dice que estudiar la economía es un imposible deberías creerlo, pero empieza a sospechar si en las siguientes cuatro frases no ha admitido su completa incapacidad para hacerlo.

La economía puede fácilmente explicar qué salió mal en el pasado, el pasado se nos da genial, amamos el pasado con toda nuestra alma; es en el presente y en el futuro donde tenemos problemas. Eso es porque cuando el ciclo económico que queremos estudiar ha terminado todas las variables están bien definidas y claras y es cuando se puede trabajar con ellas. 

Lo bueno que tienen las ingenierías y a grandes rasgos cualquier rama de la ciencia dura en general es que los datos, una vez descubiertos y verificados, tienen la agradable costumbre de quedarse ahí, sin cambiar. Tiene que costar bastante calcular [inserte aquí problema científico de nombre complicado y explicación imposible], pero una vez que lo haces la solución se queda ahí, más o menos para siempre. La fórmula para crear agua oxigenada no cambia con el paso de los años. El punto de esto se resume en que "las partículas no leen libros de física".

En cambio cuando hablamos de economía estamos hablando de las personas y sus intercambios, y las personas son impredecibles hasta decir basta. Uno de los ejemplos más claros de ello es lo que llamamos la Profecía autocumplida; la cual se puede definir como aquella predicción que, una vez hecha, es en sí misma causa de que se haga realidad. Pongamos que el Fondo Monetario Internacional quiere rescatar un país y dice que si no hace una serie de reestructuraciones recibiendo dinero de sus fondos se verá abocado a la quiebra. El país no tiene por qué quebrar, pero el mero hecho de que el FMI anuncie su posibilidad hace que se entre en el país en un pánico bancario que haga que se cumpla.

Otro ejemplo es el concepto de animals spirit, que se basa en que las personas no nos movemos por pensamientos racionales, sino por impulsos de masa incapaces de controlar o definir. Cuando las cosas van bien es imposible que haya una crisis y la gente invierte como loca; por el contrario, si van mal, nadie se animará a invertir porque la economía no va a remontar jamás. Todos nos hemos llevado las manos a la cabeza con las burradas que se hicieron con la burbuja inmobiliaria, pero esa bola de problemas crecientes era muy difícil de parar.

Además de que nunca se va a saber cual es la situación real de tu economía. Digamos que existen dos tipos de crecimientos, el crecimiento real y el crecimiento cíclico. En términos sencillos digamos que tú tienes que ganar 5 Parabellums (la moneda oficial de la sección de economía de Mente Enjambre) al año, ése es tu crecimiento real. Pero hay veces que ganas 3 y hay otras veces que ganas 8 (crecimiento cíclico, que varía, hay veces que ganas menos por estar en crisis y otras que ganas más por estar en auge). ¿Qué pasa si un año ganas 4 y acudes a un economista? Pues que no va a tener manera de saber si es que estás en una parte del crecimiento cíclico de crisis, o es que las condiciones han hecho que tu crecimiento real haya bajado a 4. Y esto es importante, porque si resulta que ahora el crecimiento real es 4, y pensamos que debe estar en 5 y por ello producimos medidas de estimulo, lo único que vamos a conseguir es crear una inflación del carajo además de posibles burbujas.

En resumen, las personas son impredecibles y es imposible estructurar una ciencia sin datos definibles. Puedes preguntarle a un arquitecto cómo crear pilares base para que un edificio aguante, pero por dios no nos preguntes cómo reducir el déficit estimulando la inversión esperando una respuesta clara, concisa y 100% fiable. 

Odio las ciencias sociales.


Monsieur le Tupé.

viernes, 21 de junio de 2013

Comparativa entre las formas de supervivencia de arboles y marcas de cerveza.


Aplicando conceptos económicos se puede explicar prácticamente cualquier fenómeno posible. Normalmente se aclaran comportamientos que supusieron la ruina social y humanitaria en un momento dado, explicando también lo que se tenía que haber hecho para evitarlos. Y aunque, jamás, jamás, jamás, se podrá aplicar la economía para evitar una crisis futura de vez en cuando sirven para hacer vídeos interesantes; como el de esta semana: ¿como hacen las cervezas para sobrevivir? ¿y los árboles?. 



lunes, 10 de junio de 2013

¿Nos devorará Estados Unidos?



Hace poco más de dos semanas concluyó el festival de Cannes, el festival europeo por excelencia. Se llevó el máximo galardón, la Palma de Oro, una película francesa dirigida por un tunecino titulada La vida de Adèle, de la que la crítica habla maravillas. También se han podido ver las nuevas películas de directores como Alexander Payne, James Gray, los hermanos Coen, Polanski ó Nicolas Winding Refn, entre otros de los cuales me dejaré a alguno importante en el tintero. En este festival es donde se proyecta (a priori) el mejor caviar que se podrá encontrar en los próximos meses en cartelera, de películas que (algunas de ellas) seguramente irán a la carrera por el Oscar.

Pero a los ciudadanos de a pie que no gozamos de un pase de prensa, nos toca esperar para ver en pantalla grande las películas proyectadas en Cannes, o ni siquiera eso, puesto que aunque Cannes sea el más representativo de los festivales europeos (de entre los que también destacan Venecia, San Sebastián y Berlín, por ejemplo) no todas las películas que van a la sección oficial, ni mucho menos, acaban en las salas comerciales. O por lo menos, éso no ocurre en España. Y ni mucho menos va a ocurrir en el medio plazo, pues tras el anuncio del cierre de Alta Films, que se preparen los que buscan un cine alejado de superhéroes, Transformers ó Hobbits, porque lo van a tener jodido.

Si bien las películas de los directores anteriormente mencionados han llegado a España sin problema en los últimos años, el futuro es tremendamente incierto. Por poner un ejemplo muy representativo, durante el festival de Cannes los periodistas españoles allí acreditados no podían entrevistar a los hermanos Coen, puesto que en España a día de hoy su película no tiene distribución. Y así ocurre con unas cuantas más, por lo que nuestro país ya en cultura se está quedando con un pie y medio en el otro barrio. De momento nos espera ésto, que nos miren con desprecio en países extranjeros, sean o no de la Unión Europea, por mucho que diga González Pons que es como si estuviésemos en casa.

"Pues mira, mejor me lo pones, porque yo me iba a ir a buscarme la vida por ahí, así que a mí eso no me afecta" Este argumento a día de hoy quizá tenga una relativa validez, pero dentro de unos años a lo mejor da igual que haya o no quién se preocupe por distribuir cine alternativo en salas comerciales, todo gracias al pacto de libre comercio que están preparando la Unión Europea con Estados Unidos. En Cannes se empezó a gestar un manifiesto que salió a la luz con el nombre "¡La excepción cultural no es negociable!" en el que cineastas europeos como Haneke, los hermanos Dardenne, Thomas Vinterberg o Almodóvar reclaman a la Comisión Europea que proteja el cine europeo de la globablización que parece que los gobernantes quieren acelerar. Del otro lado del charco se han mostrado favorables a este manifiesto cineastas como David Lynch y productores de Hollywood como Harvey Wenstein, mecenas entre otros de Tarantino y Paul Thomas Anderson.

Siempre estamos oyendo historias relacionadas con primas de riesgo, mercados, austeridad y sobre todo el poder que sobre el resto de Europa está ejerciendo la Alemania de Angela Merkel. Pero en esta historia parece que el villano se perfila como el presidente de la Comisión Europea y líder de esas negociaciones; José Manuel Durão Barroso. El mismo individuo que ahora parece querer pasarse por la piedra la cultura europea, o por lo menos hacer caso omiso de la misma, en 2005 declaró: "en una escala de valores, la cultura va antes que la economía". Dime de qué presumes y te diré de qué careces, habría que recordarle a este señor luso, quien a buen seguro será admirador de gente como José Mourinho y demás impresentables de su calaña.

La cultura es el factor diferenciador de cada pueblo, es lo que hay que proteger de las amenazas exteriores de globalización y de querer igualarlo todo. El que los artistas de un pueblo puedan expresar sus ideas es lo que día a día sigue forjando la identidad de las naciones, pero sobre todo de quienes moran en ellas. Si no queda nada de ésto, que tiemblen los cimientos del mundo que conocemos, porque aquí nadie va a frenar la debacle. Los tiempos que corren, supongo que será, pero proponerse a deshacer el camino andado una vez se ha hecho un daño irreparable será harto difícil. Pero bueno, siempre podremos recurrir a lo que ya hay hecho, que no es poco, y que a los yanquis y a su cultura infernal se los lleve el diablo.

Almaciguero Mayor

lunes, 29 de abril de 2013

Islandia devuelve el poder al partido político que dirigió su colapso económico. ¿Por qué?



Con toda probabilidad el centro-derecha islandés va a gobernar en coalición durante los siguientes cuatro años en este país. Aquellos que dirigieron Islandia durante las décadas que precedieron a su colapso económico, y que cimentaron el mismo, vuelven a tomar las riendas después de que el descontento de la población los expulsara en lo que muchos calificaron como la Revolución Islandesa. Que el Partido de la Independencia vuelva a dirigir el país, sostenido por su clásico aliado el Partido del Progreso, nos proporciona por lo menos tres lecciones básicas: la primera es que los islandeses no tienen imaginación para nombrar a sus partidos políticos; la segunda es la confirmación de que el votante medio está muy influenciado por la tradición; y la tercera es que algo no encaja con la gloriosa gestión alternativa de izquierdas que algunos intentaron vender y que presuponía una población encantadísima con sus nuevos gobernantes.

Que vuelva a gobernar el Partido de la Independencia encaja de maravilla para explicar por qué el gobierno del PP no ha perdido intención voto (el cual saldría victorioso si se celebrasen elecciones esta semana). Dedicad diez segundos a pensar en lo que acabo de decir; después de todas las medidas tomadas por el Gobierno de Mariano Rajoy la población lo volvería a respaldar en las urnas. Esto sólo es una prueba más del fenómeno con el que tienen que lidiar a sangre y sudor los partidos emergentes: cuesta mucho cambiar la preferencia política de un individuo. Una vez fidelizado un votante hacia un sector ideológico concreto, se necesitaran muchos cambios sociales durante muchos años para que termine apoyando a otro partido de forma estable. En resumidas cuentas, alguien de un partido político, ante la mala gestión de éste, como mucho se abstendrá pero no terminará votando al partido de la competencia.

Otro fenómeno que explica la vuelta al poder del antiguo partido dirigente en Islandia es que el votante tiende a valorar la experiencia de forma primordial a la hora de las elecciones. O que somos todos unos jodidos borregos, como se quiera mirar. Pero el caso es que a escala general se tiende a pensar que la clase política es algo uniforme que no varía mucho de un partido a otro, por lo que la inclinación natural es apoyar a quien ya ha estado en el gobierno, bajo la premisa de que su experiencia es fundamental para poder dirigir el país. También esto se puede ver de una manera más cruda: si se piensa que todos los políticos acaban siendo unos hijos de puta corruptos, pues votas a los que ya tienen experiencia en el tema (yo os prometo que he escuchado de manera seria el argumento de que hay que votar a los de siempre porque éstos ya se han cansado de robar). 

Yo personalmente antes me cortaría una mano que votar a los que ya me han puteado activamente. Pero yo no tomo en consideración el valor practico de mi voto a la hora de decidir. Lo que en puridad es algo bastante estúpido y hace que no pueda extrapolar mi elección a la decisión media que se toma en las democracias. 

Y volviendo a la que he presentado como mi conclusión tercera, es realmente destacable el hecho de que el tradicional votante islandés quiera castigar a su actual gobierno a costa todavía de permitir que los antiguos dirigentes arruinaeconomías vuelvan al poder. Estamos aquí ante la mejor prueba de que el milagro islandés no fue tal y que la gloriosa revolución nunca se dio. Islandia ha podido enfrentarse a su crisis económica particular de peor o mejor forma, pero siempre me pareció muy sospechoso que se dijera que ellos lo habían hecho tan bien y en contraposición a cómo de mal lo hacemos nosotros. Sobre todo si partimos de entrada de que todo el mundo decidió que era buena idea considerar que las decisiones que toma un país con 300.000 habitantes se pueden extrapolar a países con 82 millones de habitantes o incluso de 312 millones (si si, la gente decía que Estados Unidos era estúpido por no hacer lo que estaba haciendo Islandia).

¿Es que lo que nos dijeron de la la Revolución Islandesa fue un completo fraude? No realmente; la economía islandesa está creciendo a un ritmo aceptable, se ha estabilizado la deuda pública junto a la inflación, y se ha salvado el modelo de estado de bienestar con un control de la tasa de paro aceptable, además de que ha ido reduciendo su brutal endeudamiento exterior. Cualquiera podría quedarse con estos datos y quejarse amargamente de la maldad de los gobernantes españoles, que no lo arreglan todo porque no quieren (aviso para quien piensa ese tipo de cosas: nuestros votantes no son malvados, son estúpidos y mediocres). 

¿Entonces qué ha hecho que la población esté descontenta con el gobierno? Pues que Islandia es considerablemente un país más pobre que antes de sus reformas. Politikon, una web que recomiendo encarecidamente, lo resumía bastante bien: "lo que parece una gran recuperación ahora viene de un morrazo absolutamente tremendo los dos últimos años". Y es que ha perdido una considerable porción del PIB y la moneda nacional ha perdido la mitad de su valor. Lo que viene siendo salir de la crisis a través de un ajuste por devaluación, que algún día explicaré en esta bitácora lo que es, pero que puede resumirse como algo bastante desagradable.

Una prueba más de que no hay soluciones fáciles cuando se habla de economía y política.


Monsieur le Tupé. 

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