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miércoles, 16 de abril de 2014

El procedimiento para apostatar en el catolicismo.

Por Monsieur le Tupé.



Que viene siendo como quitarte de Telefónica, pero sin necesitar sangre de unicornio y comiéndote menos acento de América del Sur. La apostasía es el reconocimiento registrado del cese de una creencia en una religión, en el caso que nos toca de la Iglesia católica cristiana. Supone dejar constancia para los registros de que tú ya no procesas esa fe, y cuidado: sólo eso. Apostatar no te convierte en un pecador, ni supone algún tipo de odio contra el catolicismo, ni un rechazo a la Iglesia. Es tan solo el procedimiento para expresar que tú quieres estar fuera de la misma.

La apostasía es exclusiva para cuestiones administrativas, dado que en cuestiones de fe el Dios católico es un dios bastante inclusivo y además, joder, que no es tonto. Para ser católico hay que creer en Dios y comportarse según los preceptos de la Iglesia católica (lo que expulsa de esa religión al 99% de los que dicen participarla, por cierto). Así que si lo que quieres es dejar de ser católico según los preceptos de la fe es bastante fácil: sencillamente dejas de serlo. De la misma manera, puedes volver al redil tan sólo con arrepentirte y volver a abrazar la fe. Es como pertenecer al Atleti, que basta con serlo de corazón, da igual que tengas o no la cartilla de socio.

Vale, ¿pero qué hay que hacer para dejar constancia administrativa de nuestra falta de fe?

El procedimiento rápido consistiría en pedir en la parroquia donde te bautizaron tu partida de bautismo, llamar al obispado donde residas y pedir una cita-entrevista para apostatar. Una vez otorgada habría que llevar un formulario de apostasía (hay muchos modelos en internet: como aquí y aquí), una copia compulsada del DNI (las hacen en las comisarías y en los despachos de notarios) y la partida. En el acto te comunican los efectos de la apostasía, comprueban tu identidad y se formaliza el abandono de la Iglesia Católica; resolviéndose todo en una sola visita. Después ya sólo quedaría recibir la comunicación de haber apostatado. 

¿Pero igual la ilustre Iglesia Católica no te lo pone tan fácil, no? Si te ponen trabas con el procedimiento presencial, hay que hacer exactamente los mismos trámites pero a través de correo certificado. Mandando la información todas las veces que haga falta y haciendo todas las llamadas necesarias. Seguramente te pongan obstáculos, pero es lo que toca: tener paciencia. No hay que agobiarse ni tomarse las cosas con prisa, solo enviar la información y llamar de vez en cuando para comprobar que la han recibido. Tarde o temprano te concertarán una entrevista o te enviarán los papeles para que firmes tu salida de la Iglesia. 

Y ya está. Ya puedes abrazar libremente la Religión de LA CAJA, LA CAJA. 


lunes, 11 de noviembre de 2013

Ley Católica: ¿Qué es cierto y qué no? (II)


S
eguimos indagando en el cristianismo a través de sus leyes esenciales, su catecismo más elemental, que como explicaba en miartículo anterior vendría a ser como toda norma esencial que todo católico tiene que cumplir para considerarse dentro del club (aunque luego ninguno lo cumpla estrictamente porque al fin y al cabo es mi Dios y le rezo como quiero). Las cuestiones son bastante interesantes, no sólo si sois gente rara que no le gusta disfrutar de la vida, sino porque la influencia de la religión es palpable en nuestros días y sólo aunque sea porque históricamente se ha llegado a, bueno, quemar viva a la gente por contravenir los preceptos fijados. Eso no quita lo raro que eres si te interesa el tema, pero a mí me ha ayudado bastante a soportar las piedras que me lanzan en mi facultad cuando digo que estoy leyendo el catecismo católico.

¿Por qué la Iglesia tiene el poder de perdonar los pecados?  ¿Cuándo se está obligado a confesar los pecados graves?

La Iglesia recibe la potestad de perdonar los pecados, a diferencia de otras versiones del cristianismo donde esa capacidad puede partir del propio individuo a través de un acceso directo a Dios (como en varias ramas del protentantismo), porque el mismo Cristo se lo ha otorgado de tal manera: “Recibid el Espíritu Santo, a quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados, a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”.

Respecto al momento para realizar ese perdón “todo fiel, que haya llegado el uso de razón, está obligado a confesar sus pecados graves al menos una vez al año, y de todos modos antes de recibir la Sagrada Comunión”. No es objeto de este artículo ir clavando cuchillos en los católicos, pero no puedo evitar decir que posiblemente el 90% de las personas creyentes que yo conozco jamás se confiesa.

¿Cómo se perdonan los pecados? ¿Cuáles son los efectos de este sacramento? ¿Cuáles son los actos propios del penitente?

“Para los pecados cometidos después del Bautismo, Cristo instituyó el sacramento de la Penitencia, por medio del cual el bautizado se reconcilia con Dios y con la Iglesia”. Esa reconciliación implica el perdón de los pecados y la remisión de la pena eterna merecida a causa de los pecados mortales. Históricamente, esta capacidad de perdonar fue un rasgo diferenciador del catolicismo respecto a otras religiones de su tiempo e implica que cualesquiera actos cometidos contra la Ley divina pueden ser perdonados durante la vida en la tierra, garantizando con ello la entrada en el cielo. No hay nada suficiente grave que impida alcanzar el perdón.

La visión popular siempre ha tachado esta actuación de hipócrita y se ha escandalizado de que cualquier persona pueda considerar sus acciones perdonadas solo con el mero acto de confesarse. Pero la realidad es que Dios no es tonto, ni las Leyes de la Iglesia Católica tampoco, y aunque se pueda acceder al sacramento de la penitencia para confesar los pecados de manera sencilla, se exigen unas formas realmente severas para conceder realmente la limpieza de los mismos. 

Los actos propios del penitente son:

·        Un diligente examen de conciencia. 

·         El arrepentimiento, que incluye el propósito de no volver a pecar.

·         La confesión, que consiste en la acusación de los pecados hecha delante del sacerdote.

·         La satisfacción, el cumplimiento de ciertos actos de penitencia que el propio confesor impone al penitente para reparar el daño causado por el pecado.

Mi opinión formada es que el infierno está lleno de cristianos que se dedicaron toda su vida a un ciclo de pecados y confesiones sin arrepentimiento. No se puede realizar una conducta que prohíbe tu religión, confesarte, rezar cuatro padrenuestros y después volver a cometerla a la semana siguiente como quien no quiere la cosa. Que los sacerdotes no se aseguren de que se cumplen los actos propios del penitente no significa que su absolución tenga validez por ello.

Por otro lado, no deja de ser loable que ésta religión esté estructurada de manera que una persona realmente arrepentida pueda borrar sus pecados, bajo la máxima de que todo hombre malo puede cambiar. Su utilización de manera correcta parece un gran mecanismo para mejorar la sociedad.

¿Con qué fines ha instituido Dios el Matrimonio? ¿Qué  se exige cuando uno de los esposos no es católico?

La alianza matrimonial del hombre y de la mujer “está ordenada por su propia naturaleza a la comunión y al bien de los cónyuges, y a la procreación y educación de los hijos”. A nadie sorprende que los matrimonios homosexuales queden fuera de esta consideración (ni con tanta demagogia sobre la supuesta apertura del nuevo Papa al respecto), pero si es llamativo la obligación por parte de los católicos de tener descendencia si quieren seguir con corrección los deberes del vínculo matrimonial. Es decir, aunque parece poco usual, se puede dar el caso de que una pareja quiera casarse por el rito católico pero no contemple la posibilidad de tener hijos; mala suerte para ellos.

De otro lado, la Iglesia permite la posibilidad de matrimonios mixtos, ya sea cuando uno de los integrantes siga un culto distinto o cuando directamente no siga creencia alguna. Para ello se necesitará un permiso especial y que los cónyuges se comprometan a conservar la fe, el bautismo y la educación católica de sus hijos. Para un no católico puede parecer duro tener que educar a sus hijos en la fe católica, pero es una condición muy flexible en comparación con otras religiones y una solución creo que decente para el muy probable caso de los matrimonios donde sólo uno de los cónyuges cree.

¿Por qué todo hombre tiene derecho al ejercicio de su libertad? ¿Cuándo se ejerce la autoridad de manera legítima?

Ríanse de la Iglesia apoyando en tiempos pasados o presentes a las dictaduras: “el derecho al ejercicio de la libertad es propio de todo hombre, en cuanto resulta inseparable de su dignidad de persona humana, este derecho ha de ser siempre respetado, especialmente en el campo moral y religioso, y debe ser civilmente reconocido y tutelado, dentro de los límites del bien común y del justo orden público” De ello se infiere que “los regímenes políticos deben estar determinados por la libertad de decisión de los ciudadanos y respetar el principio del Estado de Derecho”.

Aprecio mucho más al catolicismo después de haber leído este precepto. No sólo es que apoya desde la fe a las democracias, si no que configura la religión como un aspecto no invasivo de las personas. Siempre que las actuaciones se encuentren dentro del propio ámbito, sin intervenir en la libertad de otros, el catolicismo defiende el derecho a la libertad de toda persona. Es decir, el juicio por el pecado lo aplaza para la otra vida, y ya que está esperando un infierno de azufre y hierro, no se ve en la necesidad de crear otro infierno sobre las personas aquí en la tierra, por muy pecadoras que sean en su fuero interno.

Si es verdad que normalmente el pecado deberá ser repudiado por su efecto pernicioso sobre otra persona ¿pero en los casos donde no haga daño más allá de a las propias personas? Ahí se respetará la libre decisión del individuo. Esto se traduce en que un buen católico no actuará contra que alguien sea homosexual, por ejemplo (salvo que sea tan gilipollas como para pensar que la mera existencia de la homosexualidad perturba el bien común).

¿Cuáles son los preceptos de la Iglesia?

Termino esta introducción al cristianismo con la guinda del pastel: las obligaciones de un católico. Vuelvo a recordar el concepto de ley de mínimos, la Iglesia fija una serie de actos que no se pueden eludir si se quiere seguir su doctrina cristiana. El término “católico no practicante” no existe, es algo que la gente se inventa porque no le apetece seguir los dictados fijados, pero en cambio si quiere soñar con cielos llenos de nubes (no tendrán suficiente con los anuncios de compresas, supongo).

Los preceptos de la Iglesia son cinco:

·         Participar en la Misa todos los domingos y fiestas de guardar, y no realizar trabajos y actividades que puedan impedir la santificación de estos días.
 ·         Confesar los propios pecados, mediante el sacramento de la Reconciliación al menos una vez al año.
  ·         Recibir el sacramento de la Eucaristía al menos en Pascua.
 ·         Abstenerse de comer carne y observar el ayuno en los días establecidos por la Iglesia.
 ·          Ayudar a la Iglesia en sus necesidades materiales, cada uno según sus posibilidades.
Como poco son preceptos que requieren algo más que una ligera implicación con el catolicismo para su cumplimiento. 




Monsieur a veces le Tupé.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Ley Católica: ¿Qué es cierto y qué no? (I)


Siempre he tenido el convencimiento de que si dedicas a buscar con suficiente ahínco entre los textos cristianos vas a poder encontrar la calificación como pecado a cualquier conducta que se te ocurra casi con la misma velocidad con la podrías encontrar un cura dispuesto a absolverte por ella. Me parece increíblemente meritorio que el catolicismo aguante cohesionado durante el paso del tiempo cuando parece que cada católico tiene su propia versión de cómo hay que vivir correctamente la fe. 

Lo que es curioso, porque ajena a la aplicación práctica, el Vaticano cuenta con una sólido y preparado corpus legal, con un trabajo abismal detrás, donde establece las pautas mínimas que un católico debe seguir para que esté procesando la que dice ser su fe. Muchas veces nos dejamos llevar por nuestras experiencias personales, la gente que conocemos, a la hora de deducir qué se puede hacer y qué no si eres católico, o qué existe o no dentro de catolicismo, sin darnos cuenta de que el Derecho Canónico resuelve muchos de esos aspectos de manera tajante. 

No creo que haya conocido en mi vida un católico que me haya dado una misma versión de lo que es el cielo, el infierno y el purgatorio. En el País Vasco me explicaron que sólo existe Dios, que no hay demonios, no hay lugares con la calefacción subida y que el purgatorio es una mera construcción intelectual. Hace una semana, 800 kilómetros más abajo, capté en una conversación que era muy importante conocer el nombre del demonio para que un exorcismo sea más fácil de realizar. ¿Existen o no existen los ángeles caídos? ¿Son uno? ¿Son muchos? ¿Al final qué pasa con el infierno? Porque uno no termina de poder desprenderse de la sensación de que los católicos lo apagan y lo encienden con un interruptor cada pocos años.

Ocurre lo mismo si pretendes saber qué tiene que hacer un católico para actuar de manera correcta. ¿Se puede ser católico y no practicante? ¿Se admite la posibilidad de homosexuales católicos? ¿Qué actos religiosos hay que realizar obligatoriamente para encontrarse entre el club de fans del hombre con el sombrero blanco y picudo? 

El 11 de Octubre de 1992, el Papa Juan Pablo II entregó al mundo el Catecismo de la Iglesia Católica, un texto de referencia que contiene una instrucción elemental respecto a la doctrina cristiana, conteniendo una exposición completa e íntegra de las reglas esenciales de la fe. El mismo, junto a sus posteriores actualizaciones, se encuentra disponible en la extensa web del vaticano, cuya cantidad de contenido hace desear a cualquier que quiera indagar en ella que esto de la religión fuera un invento un poco más reciente.   Este catecismo es de vital importancia, pues delimita quién puede considerarse católico y quién no (si no lo cumples, me temo que estrictamente estás probando suerte en el florido mundo de las desviaciones de fe). 

Leerse este artículo de golpe es bastante parecido a dispararse un pie y luego echar sal, así que voy a dividir todas las cuestiones que me han parecido interesantes entre esta semana y la siguiente, bajo promesa de que si lo termináis entero os juro que aparte de tener las cosas más claras sobre la fe católica además os invito a una cerveza. Una cerveza cara. 

¿Basta la sola luz de la razón para conocer el misterio de Dios? ¿Cuál es la plena y definitiva etapa de la Revelación de Dios? ¿Qué valor tienen las revelaciones privadas?
A pesar de que el ser humano puede conocer las verdades espirituales a través de su propia razón, encontrará para ello muchas dificultades y la imposibilidad en el caso de encontrarse ante los llamados misterios divinos. Para ello Dios envió a Jesucristo para que Él fuera su palabra definitiva y perfecta. Con su llegada la Revelación se ha cumplido plenamente, quedando el trabajo de la Iglesia en ir comprendiendo su alcance. ¿Existe la posibilidad de las Revelaciones privadas? ¿De las manifestaciones divinas individuales? Sólo si las mismas ayudan a vivir la fe de acuerdo con las orientaciones de Cristino. "La Iglesia no puede aceptar aquellas revelaciones que pretendan superar o corregir la Revelación definitiva de Cristo".

Esto explica la prohibición católica de la existencia de nuevos profetas. A pesar de que las personas pueden llegar a la correcta fe de manera limitada de forma privada, necesitarán de la interpretación de la Iglesia para no perderse y que la misma sea válida. 

¿A quién corresponde interpretar auténticamente el depósito de la fe? ¿Cuándo se ejerce la infalibilidad del Magisterio?
Relacionado con lo anterior, si establecemos que un católico no puede interpretar correctamente su fe sin ayuda de la Iglesia, o que en cualquier caso su interpretación sería errónea si contradice las enseñanzas de Jesucrito que esta fija ¿Quién ha de interpretar de forma válida las Escrituras? "La interpretación auténtica del depósito de la fe corresponde sólo al Magisterio vivo de la Iglesia, es decir, al Sucesor de Pedro, el Obispo de Roma".

La palabra del Papa es Ley para los católicos. Suya es la correcta interpretación de las enseñanzas de Jesucristo y no se puede ser católico más allá de las interpretaciones infalibles del Papa (si puedes ser, en cambio, cristiano). "Todo fiel debe adherirse a tales enseñanzas con el obsequio de la fe". 

¿Qué significa la afirmación "fuera de la Iglesia no hay salvación"?
 "Toda salvación viene de Cristo por medio de la Iglesia. Por lo tanto, no pueden salvarse quienes, conociendo la Iglesia como fundada por Cristo y necesaria para la salvación, no entran y perseveran en ella" Quitando a las personas que hayan cumplido con corrección los mandamientos católicos, pero el desconocimiento de la existencia de la Iglesia les haya permitido entrar en ella, no basta ser una buena persona para ascender al cielo. 

Esta es una creencia bastante extendida referida a los ateos y religiosos no practicantes: si viven de acuerdo a los deseos de Dios el reino de los cielos también estará abierto para ellos. Pues no, lo siento, se tiene que hacer reserva previa. 
¿Puede la razón humana conocer, por sí sola, el misterio de la Santísima Trinidad?
Esto es importante: la mayoría de cristianos reconocen la Santísima Trinidad y es el punto de completa discordia entre el Judaísmo, el Islam y el Cristianismo. La principal diferencia irreconciliable que ha promovido bastantes incendios a lo largo de la Historia. Todo católico debe aceptar el misterio de la Santísima Trinidad para ser considerado católico y de entre los cristianos, sólo los Testigos de Jehova no creen en la misma. ¿Que pruebas dan entonces las Escrituras para aceptar este misterio?

Más allá de indicios, nada, nos encontramos ante el primer y más importante misterio. Quiero decir, Dios se forma en una Santísima Trinidad porque Dios se forma en una Santísima Trinidad. Está más allá del entendimiento de la razón discernir porqué y su aceptación entra de lleno en los actos de fe.

¿Por qué Dios permite el mal?
Cosas de la vida, siempre pensé que el mal estaba permitido en base al libre albedrío del ser humano, pero estaba equivocado. "La fe nos da la certeza de que Dios no permitiría el mal si no hiciera salir el bien del mal mismo". El mal existe porque de él también se extrae el bien, que es el objetivo máximo de la creación.  Personalmente esta forma de encarar el problema me parece bastante significativa y digna de reflexión.

 ¿Quién es el responsable de la muerte de Jesús?
Esta forma de verlo ha cambiado significativamente con el paso del tiempo, ya que actualmente "la pasión y muerte de Jesús no pueden ser imputadas indistintamente al conjunto de los judíos que vivían entonces, ni a los restantes judíos venidos después". Jesucristo fue el redentor de todos los pecadores, vino a salvar a la humanidad, siendo el hecho de que los judíos fueran responsables de su muerta una consecuencia indirecta e insignificante. Se acabo lo de "asesinos de jesucristo" y demás.

¿Qué se entiende por cielo? ¿Qué es el purgatorio? ¿En qué consiste el infierno?
 "Por cielo se entiende el estado de felicidad suprema y definitiva".

"El purgatorio es el estado de los que mueren en amistad con Dios pero, aunque están seguros de su salvación eterna, necesitan aún de purificación para entrar en la eterna bienaventuranza".

"La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios".

Tiramos aquí de la ruleta de la incertidumbre, admitiendo las más variadas posibilidades de interpretación sobre la proporción de azufre y de pezuñas de cabra en cada lugar. Si bien es cierto que el cielo sería permanecer junto a Dios y el infierno permanecer alejado de él.

 ¿Hay salvación posible sin el Bautismo?
"En cuanto a los niños que mueren sin el Bautismo, la Iglesia en su liturgia los confía a la misericordia de Dios".  Así que si, es un bulo que aquellos no bautizados van eternamente al purgatorio. Éstos se colocan a decisión y arbitrio de Dios.

¿Qué significa transubstanciación?
"La conversión de toda la sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de Cristo y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su Sangre". "Sin embargo, permanecen inalteradas las características sensibles del pan y del vino". Oséase, que no, la Iglesia no cree que los alimentos se transformen de manera real (qué fallo para los seguidores de V de Vendetta).

¿Qué es un exorcismo? 
"Tiene lugar un exorcismo cuando la Iglesia pide con su autoridad, en nombre de Jesús, que una persona o un objeto sea protegido contra el influjo del Maligno y sustraído a su dominio". Se practica de modo ordinario en el rito del Bautismo. El exorcismo solemne, llamado gran exorcismo, puede ser efectuado solamente por un presbítero autorizado por el obispo. 

Termino la primera parte con este concepto que para mi ha supuesto una verdadera sorpresa: ¡la doctrina oficial de la Iglesia reconoce la existencia y necesidad de exorcismos!. Estamos hablando que admite que los demonios puedan tener una influencia directa y patente sobre las personas, fuera de figuras metafóricas, y que la misma pueda ser repelida por los siervos de Dios. Siempre había pensando que la influencia de Lucifer era más bien teórica, siendo la base del pecado el libre albedrío humano; pero a esto hay que añadir la acción más directa de las hordas sin aire acondicionado.

Siendo sincero la religión católica me parece un poquito menos seria con eso.


¡Y hasta aquí la primera parte! Ya hemos reventado el pie de un balazo, sólo queda echarle sal la semana que viene.

Monsieur ahora otra vez le Tupé.

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